Están siendo tiempos complicados para Leonor. Esta experiencia tan enriquecedora es la etapa más difícil de su vida. La princesa se embarcó el pasado 11 de enero en el buque escuela Juan Sebastián Elcano como parte de su formación militar con la Armada. La joven necesita las máximas condecoraciones de todos los ejércitos para asumir el rol de futura heredera de la corona española. Es una travesía de seis meses en los que recorrerá ocho países distintos. Por ahora ya ha pasado por Brasil, donde disfrutó de sus carnavales, y por Uruguay, ahora está a punto de llegar a Chile.

Leonor en la jura de bandera / Casa Real

Ha pasado la parte más complicada mientras navegaba por el Atlántico. Los dos primeros meses son los más largos y tediosos. De España a Brasil hay tres semanas de travesía. 21 días de navegación con un fuerte oleaje. A diferencia de sus compañeros, Leonor no estaba preparada para este gran reto. Ella se incorporó con los alumnos de tercero. Ya habían hecho maniobras y habían viajado en estas condiciones. Para la princesa todo era nuevo. Por este motivo sufrió fuertes mareos y vómitos que la mantuvieron convaleciente durante varios días en su minúsculo camarote que comparte con otras tres compañeras. Tuvo que visitar al equipo médico, que le recetó biodramina.

La princesa también sufrió algunos fuertes golpes cuando realizaba la guardia en cubierta debido al fuerte oleaje. La consecuencia son los moretones que llevaba en sus brazos cuando bajó del barco.

Letizia está muy preocupada por su hija. Sabe que no lo está pasando muy bien con esta experiencia y quiere traerla de vuelta a casa, pero Felipe VI se opone. Como sus compañeros, Leonor tiene que acabar toda la travesía. Es probable que tampoco esté presente para la celebración del 18 cumpleaños de la infanta Sofía.

Leonor reserva hoteles cuando puede salir del barco, no quiere dormir dentro 

En los días libres en las ciudades, Leonor, como el resto de compañeros, puede pasar el día fuera del barco. Tiene que avisar al comandante de la brigada el lugar en el que estará durante ese día y donde dormirá en caso de reservar un hotel.

Leonor siempre duerme en hoteles porque lo pasa muy mal a bordo del buque escuela por el espacio reducido para ella, es muy alta, y las camas son muy pequeñas. Además, suele marearse. “Lo que se hace es compartir una habitación con un compañero. En el caso de la Princesa, con una compañera. Una de las razones para que no sean individuales es que, al estar tan acostumbrados a la compañía, la soledad se lleva mal lejos de la familia. Y Leonor añora a los suyos igual que el resto. Hay un sentimiento de amistad muy importante”, explica a ‘Vanitatis’ una persona cercana.

“Elcano, al navegar a vela, está escorado, y dependiendo de qué lado esté, se duerme de una manera o de otra. La cama del hotel se convierte en un lujo, igual que la ducha y poder controlar la temperatura. Y, por supuesto, dormir sin ruidos. Las visitas organizadas también forman parte de la comisión. Una vez que la realizas, te vuelves al hotel. En cuanto a las recepciones, también funcionan por comisión. Si a la princesa no le toca, está liberada para continuar con el ocio junto a sus compañeros".

Leonor en Uruguay