Tal y como ocurrió en su día con su padre, el hoy rey Felipe VI, la princesa Leonor está llevando a cabo una serie de estudios relacionados con las fuerzas armadas, entre otras cosas porque en un futuro, cuando sea reina, acabará siendo la máxima autoridad de todas ellas como lo es ahora su padre.
Durante el pasado curso estuvo cursando en el Academia Militar de Zaragoza, mientras que en este curso ha ido un paso más allá y ha empezado su curso en la Escuela Naval de Marín, donde se pondrá al día en todo lo referente a la navegación y a la Marina.
En este sentido, si bien es cierto que buena parte de su familia paterna ha sido y sigue siendo muy amante de la navegación, no parece ser que a Leonor le apasione tanto, pero sabe muy bien que es un trámite por el que tiene que pasar y, como suele ser habitual en ella consciente de su futuro, tampoco pone muchas pegas.
El síndrome de Pitufina de la princesa Leonor
Eso sí, cabe destacar que, a diferencia de lo que ocurría en el primer curso en Zaragoza, donde el tanto por ciento de mujeres respecto a hombres en referencia a alumnos era muy igualado, en Marín la cosa es muy diferente. Las cifras así lo demuestran teniendo en cuenta que en la promoción de Leonor tan solo hay 7 mujeres, mientras que el número de hombres se eleva hasta 70.
No es casualidad entonces que hayan sido muchos los que hayan recuperado unas interesantes palabras de que apuntó Katha Pollitt en un ensayo para ‘The New York Times’ en 1991 en las que apuntaba lo que se conoce como el síndrome de Pitufina en referencia al famoso personaje femenino (el único) de los Pitufos: "Los espectáculos contemporáneos son ya sea protagonizados esencialmente solo por hombres, como Garfield, o se organizan en lo que yo llamo el principio de Pitufina: un grupo de amigos masculinos será acentuado por una mujer solitaria, definida de manera estereotipada”.
Viendo algunas de las imágenes que la casa real ha publicado de Leonor en Marín es más que evidente que la princesa está disfrutando de sus estudios, pero no son pocos los que aseguran que agradecería tener mayor compañía femenina y no estar tan rodeada de hombres.