2 meses y medio de espera se están haciendo interminables para los monárquicos españoles. Es el tiempo que llevan sin ver a su futura reina, la princesa Leonor, desde que paseó por las calles de Palma durante las vacaciones de verano de la mano de su familia. Aquel día se produjo el apagón general de la heredera de 16 años, a punto ya de cumplir los 17. En un principio nadie se alarmó, la joven tenía que disfrutar de las vacaciones porque pronto volvería al internado de Gales para acabar el bachillerato... y recuperar su rutina de estudios, horarios, fiestas temáticas, amores, etcétera. Que la Casa Real no enviara una estampa familiar, como un año antes, para comunicar que Leonor ya había salido del país sorprendió a los fans y súbditos, pero vaya. Era una cuestión menor. Lo que no sabían es que era una declaración de intenciones por parte de Felipe y Letizia.
Pasó todo septiembre sin señales de la princesa, y octubre ha ido por el mismo camino. No news. Y la ansiedad los ha vencido, aunque supieran que el día 28 la tendrían en el Teatro Campoamor de Oviedo con motivos de los Premios Princesa de Asturias, presidiendo la entrega de galardones. Había otra ocasión todavía más importante para haber reaparecido en público, una que les hubiera hecho sentir orgullosos de la institución que idolatran, de la patria que les roba el corazón, del españolismo que sudan por los poros. Pero no, los planes de Zarzuela eran otros: aislar a la princesa del mundanal ruido y no forzar un viaje exprés, alterando su rutina académica.
Hablamos de la celebración del 12-O, claro. El Día de la Hispanidad, con sus militares, cabras, paracaidistas, farolas, aviones, banderas a tutiplén. Con las pitadas al presidente del gobierno Pedro Sánchez por parte del "respetable", y tal. La Casa Real ya había advertido que Leonor no estaría en el palco de honor, por lo tanto estaban avisados. No valía ofenderse, pero la cosa empezaba a calentarse. Y la chispa del malestar llegó el mismo día, cuando constataron el estado missing de su futura reina: ni siquiera un mensajito, una postal, un vídeo, una foto, un tiktok, yo qué sé. Ningún gesto. Nada. El silencio.
No lo decimos nosotros, es una evidencia. Lo recoge el nada sospechoso de republicanismo diario 'El Mundo', en su sección 'La Otra Crónica'. El 12-Ogate del Leonor: "Su ausencia en los actos por el Día de la Fiesta Nacional generó cierto debate entre quienes la apoyaban y quienes consideraban que ningún día como el 12-O merecía ese esfuerzo por parte de la hija mayor de los Reyes. En todo caso, en una era como la que vivimos se entiende mal que ni siquiera hubiera una felicitación a los españoles en esa jornada por ejemplo mediante algún mensaje a través de los canales de la Casa del Rey". Fuentes oficiosas de la parroquia, fuego amigo. Están sulfuradetes. ¿No es lo bastante patriota? ¿Qué le pasa por la cabeza a la futura reina?
Suerte que el 28 está a la vuelta de la esquina, porque si no empiezan una campaña en Change.org para cambiar de heredera. Leonor por Sofía. Seguro que muchos la firmaban.