Leonor vuelve a navegar hacia su nuevo destino después de pasar por Brasil, Uruguay y Chile. La princesa se embarcó el pasado 11 de enero en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, y de eso ya han pasado tres meses. Solo queda la mitad del trayecto para concluir esta aventura, que lejos de ser una de las más enriquecedoras se ha convertido en un verdadero infierno para la hermana de Sofía por culpa de la persecución mediática.

Leonor en Valparaíso

La princesa ya es mayor de edad y la futura reina de España, es normal que genere un gran interés. Es la primera vez que se la puede ver sin sus padres dando la vuelta al mundo. Mientras está en el interior del buque escuela se siente segura, pero cuando sale en algún puerto se llena de miedos. La aventura empezaba en San Salvador de Bahía, donde la relacionaron con un compañero de Elcano. Un chico de 20 años, de una familia de clase alta, con las mejores notas de su EBAU. Ambos asistieron a una fiesta previa a carnaval, de las tantas que se celebran en Brasil, y mostraron mucha complicidad. El fotógrafo aseguró que les vio besarse, pero no hay ni una sola imagen de ese momento. En Montevideo la joven fue fotografiada tomando el sol en la playa en bikini. Unas imágenes que finalmente vieron la luz la semana pasada en una conocida revista española. Por último, en Punta Arenas acabaron con la paciencia de la princesa y de sus padres, quienes demandaron a un centro comercial por difundir las imágenes de sus cámaras de seguridad, un delito que vulnera la privacidad e intimidad de una persona.

El excesivo control de Letizia y la persecución mediática acaban con Leonor 

En Valparaíso, Leonor salió del buque escuela sin mucha ilusión. Cabizbaja, con el semblante serio, se la veía triste y agobiada. La persecución mediática había hecho mella en su estado mental. Está muy preocupada, no solo por su seguridad, sino también por la de sus compañeros.

Letizia llama constantemente a Leonor, prácticamente todos los días, la princesa está cansada por el excesivo control de su madre, otro de los grandes problemas. La reina se preocupa de su hija, pero en exceso. También vulnera su privacidad e intimidad. Ella querría ser como el resto de sus compañeros, que no tienen ningún control por parte de sus padres.

La princesa está muy agobiada con todas estas situaciones y solo piensa en finalizar esta aventura para poderse ir a Murcia con el ejército de aire y dar por concluida su formación militar, que le ha hecho crecer como persona pero también le ha dado algún que otro quebradero de cabeza.

Leonor en bikini en la portada de 'Diez Minutos'