Debido a la privacidad que envuelve a la Casa Real, parece que estén lejos de la realidad, pero son tan humanos como cualquier otra persona, y tienen las mismas tradiciones. También celebran las fechas navideñas, aunque lo poco que se sabe de ellas es gracias a expertos en el ámbito. Desde hace años no se junta la familia al completo. Los Borbón están totalmente distanciados. Una vez que Felipe VI se proclamó rey de España, Letizia le obligó a separarse de su padre y sus hermanas. A día de hoy la institución solo se compone de los actuales reyes y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, con una excepción, la reina Sofía como emérita. Precisamente son éstos los que se reúnen en Navidad en el Pabellón del Príncipe.
Como todos los años, esta última Nochebuena, Letizia y Felipe VI han cenado con sus dos hijas, Leonor y Sofía, y han contado con la visita de Paloma Rocasolano y su pareja, el empresario nigeriano Marcus Brandler. No obstante, por la tarde, antes del discurso de Navidad, los monarcas y sus hijas se desplazan dando un paseo hasta el palacio de la Zarzuela para desear felices fiestas a la reina Sofía y a su hermana Irene. El hijo de Juan Carlos vuelve a casa de su madre una vez terminada la cena para asistir a la Misa del Gallo en la capilla de palacio.
La cena no da comienza hasta que finaliza el discurso de Navidad del monarca, previamente grabado unos días antes. Todo está listo desde las siete de la tarde, para que los empleados de Zarzuela puedan marcharse y pasar esa noche con sus familias. El menú está supervisado por la reina, y en esta ocasión es algo más calórico que de costumbre, pero también apuesta por una dieta sana y equilibrada, con platos típicos como la sopa de almendras, su favorito.
Leonor se enfrentó a Letizia para salir por la noche
En esta ocasión todo cambia, y es que Leonor y Sofía se hacen mayores. La princesa ya ha cumplido los 19 años, y la infanta hará 18 en abril. La futura reina ya tuvo una dispuesta con sus padres el año pasado porque ahora que era mayor de edad quería salir con sus amigos a tomar algo. Esta Navidad también tenía organizada una fiesta con sus compañeros de la academia de Zaragoza y la escuela de Marín que vivían en Madrid. Acompañada de sus escoltas, y después de un ardua negociación, a los monarcas no les ha quedado más remedio que dejarla ir.
Leonor ha demostrado que es una joven como cualquier otra, lo que la acerca más a las personas de su edad, pero en su caso debe medir al milímetro cada paso que da, porque podría perjudicarle en el futuro. La princesa reapareció por el Pabellón del Príncipe muy perjudicada, bastante achispada por alguna copa de más, y muy cansada. Suerte que la fiesta era privada y nadie pudo enterarse.