Últimos días de formación militar del año para Leonor antes de regresar a casa y disfrutar de las fechas navideñas en compañía de su familia. Este jueves terminará las clases pero antes pasará unos días en el Pirineo Aragonés junto a sus compañeros para realizar un plan de instrucción de esquí hasta el próximo miércoles. La heredera a la Corona recibirá formación junto a aproximadamente otros 300 cadetes, tal y como confirmaron fuentes militares. Se hospederá en las instalaciones que tiene la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales en la Estación de Candanchú y se desplazará a las pistas del vecino centro invernal de Astún para la instrucción de esquí junto al resto de cadetes.

No obstante, este último fin de semana Leonor volvió a quedarse en Zaragoza. La princesa ha conseguido integrarse con sus compañeros y se encuentra muy cómoda. Las primeras semanas voló a Zarzuela, pero desde hace varios meses prefiere quedarse en la capital aragonesa. Puede ser libre y totalmente independiente, sin estar sometida a las órdenes de su madre.

Leonor maniobras efe

El centro militar desobedeció las órdenes de la reina y no ha cambiado ni una sola comida del almuerzo o la cena, tampoco envía un informe de conducta y rendimiento a Letizia. Leonor es tratada como el resto de compañeros.

Leonor no quiere perderse la cena de Navidad con sus compañeros 

Letizia recuerda a su hija que controle las comidas. Desde que era pequeña ella está acostumbrada a una alimentación más estricta y no quiere que le pueda hacer daño. Desde que está en Zaragoza se ha olvidado de los superalimentos y las dietas. Especialmente los fines de semana se controla poco. Su grupo de amigos sale por los bares de la zona a tomar algo y cenar hamburguesas, pizzas o tapas como las patatas bravas, alimentos que Leonor tenía totalmente prohibidos en Zarzuela.

Leonor

El último fin de semana Leonor se puso las botas de patatas bravas, hamburguesas y pizzas y su estómago dijo basta. Pero no podía faltar a la cena de Navidad que organizaron todos sus compañeros de formación. Estuvo varios días indispuesta en su habitación. Ni tan siquiera pudo acompañar a sus amigos el siguiente día. Se quedó en el centro militar para recuperar fuerzas y no faltar a las clases de lunes.

Uno de los bares donde más se puede ver a Leonor durante la semana es en el bar El Tuno, donde ya han puesto una silla con su nombre y le han pedido fotografías para enmarcar. Se ubica en la calle Pedro Cerbuna, número 9. Allí acude con su pandilla. Es un bar muy transitado por los jóvenes por sus generosas raciones y sus precios económicos. Sirven tapas, bocadillos, ensaladas y raciones, como patatas bravas por tan solo tres euros, o hamburguesas por unos 6 euros.