Catalunya sigue siendo un punto negro, el ángulo ciego de la monarquía española. Felipe tiene pánico que los catalanes demuestren a su hija Leonor la gran animadversión que despierta la Corona en el nordeste del territorio de su reino. El problema es que Felipe sigue ostentando el título de conde de Barcelona y Leonor un título superior, princesa de Girona, el segundo en importancia de la heredera. Girona, un territorio que Leonor no se atreve a pisar por miedo de recibir una segunda lluvia de barro después de la que recibieron sus padres a Paiporta, en la que ya es sin duda la fotografía del año 2024. Ni el efecto Salvador Illa, que ha protagonizado este año una gincana de actos con Felipe en Catalunya, ha apaciguado la sensación y la certeza de que Leonor no puede poner un pie en cierta Catalunya, por ejemplo en su Girona.
Zarzuela ya ha filtrado en su diario catalán de referencia la agenda del acto más importando de Leonor en Catalunya de 2025: los Premios Princesa de Girona. La Vanguardia publica que se entregarán más tarde del habitual, a finales de julio, porque antes Leonor se encontrará surcando el océano Atlántico en el barco Juan Sebastián Elcano. Pero más que la fecha es relevante el lugar. El alcalde de Girona sigue siendo Lluc Salellas de la CUP, enemigos declarados de la Corona. Por lo tanto será imposible que los galardones gerundenses se celebren en su ciudad. Una nueva humillación pública y mundial en Leonor, que recibe la bofetada dedicada a su padre. En Girona solo hay un lugar uno se pueden entregar, el Auditorio propiedad del Ayuntamiento, que se niega a alquilar el espacio a la Zarzuela para estos premios. Y Felipe ha decidido huir de Girona un año más y en julio los premios se entregarán a La Rambla de Barcelona, en el Gran Teatro del Liceo. Un rincón de triste recuerdo por Letizia, ya que cuando era princesa recibió una sonora bronca de los catalanes que los llamaron a Felipe y a ella. Un escándalo monumental.
Así las cosas, Leonor ya habrá acabado el segundo año de militar, estará a punto de hacer 20 años y tendrá que protegerse tras su hermana Sofía en el acto de los premios de Girona que se celebrará en Barcelona porque Zarzuela no se atreve a pedir perdón por el discurso del 3-O, a reconciliarse con buena parte de los catalanes ni, por descontado, a hacer los premios en cualquier otro lugar de la ciudad de Girona. Leonor ha aprendido una cosa nueva al Ejército: a huir. La prensa monárquica hace trampa y explica que Leonor vuelve a Girona, mentira. Si un caso ha vuelto a la provincia de Girona, en las comarcas gerundenses, concretamente en La Selva. En Blanes, Lloret o Caldes de Malavella. Cuando Felipe oiga que van a la Selva se imaginará elefantes. Leonor tendrá que esperar que su padre abdique o que el PSC recupere la alcaldía para poder volver a Girona capital. . Acabarán haciendo la ceremonia catalana por videoconferencia.
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