La Academia General Militar de Zaragoza vuelve a vestirse de gala para celebrar el aniversario de la institución. 142 años de historia, parte de ellos bajo el auspicio y dirección de personajes indeseables para una sociedad sana; también rememorando épocas pretéritas poco fraternas, por decirlo de alguna manera. Es igual, no es el caso que nos ocupa. Lo que sí que venimos a explicar, sin embargo, es que la efeméride ha sido celebrada con efusividad por la AGM, y se entiende: a pesar de no ser un número redondo, era la manera de hacerse publicidad con la princesa y presunta futura reina de España, la dama-cadete Leonor. No tengan ninguna duda.
Leonor, eso sí, es una más de la tropa de reclutas. Ni un privilegio, afirman las fuentes oficiales. Ejemplar, abnegada, incluso fregando la excelencia, cuando no superándola, en todas y cada una de las tareas y retos que va encontrando en el camino. La patria, con ella al mando, está asegurada de enemigos externos... y sobre todo de los internos. El relato, sin embargo, tiene que quedar negro sobre blanco de alguna manera oficial, y por eso es una de las escogidas para recoger un diploma acreditativo de su valía y potencial. La empleada del cuatrimestre. Enhorabuena.
'Monarquía Confidencial' habla de este documento que resalta "sus méritos académicos y militares realizados", que ya colgará en la habitación de Leonor tras recibirlo de manos de sus superiores. Comparte distinción con 10 reclutas más, anónimos, sin privilegios. De los que se pegan palizas en autocar para ir y volver de Murcia, y de los que no tienen un Super Puma a su disposición para marcharse de fin de semana cuando les dé la gana. Quizás ellos sí que se lo han trabajado más, estudiando, esforzándose en las pruebas físicas o demostrando ingenio y aptitudes para el trabajo del militar. Incluso habrá quien se sienta ninguneado. Por ejemplo, quien se ha quedado sin diploma porque, antes de él o de ella, va siempre un Borbón.
Hay escritos empalagosos y después lo que leemos en el digital, que cita fuentes internas de la Academia: "Brillantez, esfuerzo y perfección a la hora de ejecutar cualquier ejercicio. Está calificada como una alumna brillante". Que sí, que sí, que lo hemos entendido. Es perfecta. Lástima que su padre y madre no la hayan acompañado en Zaragoza en un día como este: "Se trata de una celebración de carácter privado, dirigida a alumnos, profesores, antiguos trabajadores de la academia, y también a familiares que los alumnos soliciten. Pertenece a la privacidad del centro. No suelen acudir familiares, pero, encontrándose Leonor en el centro, podría suceder que estuvieran presentes sus padres". Felipe y Letizia se han fumado la cita con una buena excusa, era privado. No queremos molestar, tampoco privilegios. Y además teníamos trabajo... por separado. Lo que sea para no coincidir más de la cuenta.