La reina Letizia es mundialmente conocida para dedicar mucho tiempo y esfuerzo a escoger sus looks. También por ser muy mandona y temperamental. Bajo la sonrisa cada vez más acusada de Joker de la mujer de Felipe VI hay una personalidad controladora. Y donde más claramente se manifiestaes cuando se junta con la familia. La tensión con su suegra Sofía siempre sobrevuela el ambiente, por mucho que intenten tapar la realidad con gestos de impostura. La confirmación de la infanta Sofía estuvo lleno de ellos, y nada creíbles. Como ver a las dos abuelas presentes en el acto como si fueran amigas. Ni Paloma Rocasolano ni la hija Letizia olvidan la humillación de la boda hace 19 años y se lo hacen pagar siempre que pueden, como vimos en la Catedral de Palma hace años o en la graduación de hace una semana en Gales.
De hecho ayer en Aravaca estuvimos a punto de reeditar el disturbio de aquella misa de Pascua tan famosa. Fue también a las puertas de un templo religioso cuando Leonor, metida en el papel que le habían asignado, iba tras la yaya Sofía para llevarla al interior del edificio. En aquel momento a Letizia se le escapa el brazo, parando a la futura reina. La princesa se gira sorprendida, intercambian un diálogo fugaz y la suelta. Por un momento todos con el corazón en un puño y un cuenco de palomitas esperando la escalada de tensión. Pero falsa alarma, según dicen era una corrección materna por temas de protocolo. No había ganas de lío. No era el día, ni el momento, ni las compañías. Le costó pero salvó la papeleta.
Críticas a los vestidos de las hijas de los reyes pero éxito empresarial
La venerada abuela Paloma, que compartía evento con su exmarido a Jesús Ortiz y, a distancia, la pareja del padre de la reina Ana Togores, también recibió un toque de atención. Un grito doble de "Mamiiiii" porque estaba despistada charlando con su ex. Tenían que hacer las fotos y la gente no estaba en su sitio, mal. Pero vaya, que las fotos quizás hubiera sido mejor reducirlas al máximo, porque el desastre estilístico ha sido muy comentado. Y casi mejor olvidarlo rápido. Hay críticas fuertes y especialmente dirigidas a las menores: Alessandro Lequio, pariente lejano de Felipe VI, consideraba inadecuado el conjunto escogido por la confirmante Sofía, con los brazos y el vientre la vista. Tampoco se salva Leonor, la madrina: "Modas Paqui", low cost y "zapatonchos". Son críticas de tufo rancio, pero también hay alguna verdad allí. Ahora bien, como gurú del marketing el italiano no tiene futuro: las ventas se han disparado.
Pero a este asqueroso otro profesor liendres faltando el respeto porque no lo callan y lo sacan ya de televisión el casposo de Lequio pic.twitter.com/L0szi2WLrN
— ��������@lebiram��������❤️����������������† (@lebiram34980787) May 25, 2023
Una compra por Internet, el origen de la polémica elección. Letizia deja hacer
La princesa escogió un vestido de 90€ de Polín te Moi, y la revista Lecturas explica que la firma está flipando con el impacto. Todo se ha agotado y han empezado a producir nuevos. No sabían que Leonor vestiría con su diseño, nadie de Casa Real se puso en contacto con la empresa. Lo compraron por Internet, las adolescentes trastearon por la red y pensaron que era una buena idea. Bien, ellas, la estilista de la reina e incluso su propia madre, pero en esta ocasión también se ha relajado con el autoritarismo. Ha dejado hacer a las hijas, cosa impensable durante años, y este ha sido el resultado. Polémico, pero celebrado. Sobre todo por las diseñadoras, que han hecho el agosto.
Esto pasará cada día más a menudo. Las niñas vuelan del nido. Adiós princesa... e infanta.