Alguna cosa está pasando con la princesa Leonor. Ha vuelto de Gales después de dos años alejada de casa y de la dieta mediterránea. Ya advirtió Pilar Eyre que como todos los adolescentes que van internados al Reino Unido, vuelven con un peso que no es el suyo. Normal si lo añadimos a los cambios hormonales propios de la adolescencia. El problema es otro. La ropa que le obligan a ponerse le queda horripilante. Este viernes Zarzuela organizaba un acto oficial de la princesa con la madre y la hermana de comparsas. Recordamos que Letizia y la infanta Sofía son dos actrices secundarias dentro de la Corona. Pero lo más temido ha acabado sucediendo: Las dos secundarias han eclipsado a Leonor. Madre e hija pequeña iban con dos trajes entallados y sin mangas que les quedaban como un guante, favorecedores, ideales para un día caluroso, en blanco y en rosa. Elegantes. En cambio, Leonor va hecha un cromo con un vestido que puede calificarse, de manera muy generosa, como "poco favorecedor". Un eufemismo de la realidad: La princesa va hecha un cuadro. Atención al contraste entre las tres royals:
A Leonor este vestido de rebajas, estampado, holgado, le hace bolsa por todas partes. En lugar de ajustársele al cuerpo, le hace una figura que parece el doble que su hermana Sofía. Y hay que recordar que la pequeña, Sofía, es la corpulenta de las dos. A Leonor se la nota que suda, que se toca el pelo, que se ve dentro de un saco de patatas, que le hace un escote horripilante y estropea toda su buena imagen. El despropósito llega cuando una revista monárquica, Lecturas, niega lo que todo el mundo ve: "Leonor apuestapor el vestido midi de Zara más favorecedor, un vestido que favorece su silueta. Lo más favorecedor, sin duda alguna, es la parte del escote". Ser monárquico a menudo es tener que hacer contorsiones muy ridículas. La prensa afín puede decir misa, pero no es normal que una experta en imagen y moda como Letizia asesore tan mal a su hija mayor y en cambio aconseje tan bien a la pequeña, Sofía, que va a conjunto con la reina. Aquí está pasando algo.
En la foto la pequeña Sofía parece una estilizada azafata del Un,dos,tres y la princesa Leonor parece la señora viuda de la serie The White Lotus de HBO. Dos estilismos a las antípodas y las hermanas solo se llevan un año de diferencia: 16 y 17. No puede ser que los expertos en imagen de Zarzuela no hagan pruebas de vestuario, no escojan mejor y si se tienen que equivocar, que lo hagan con Letizia, que tiene 50 años y las espaldas anchas. Es una extraña casualidad que el derrumbe de la imagen de Leonor coincida precisamente con su momento culminante, cuando va camino de ser mayor de edad y por lo tanto, puede ser reina en cualquier momento si Felipe abdica o queda incapacitado. Es el mismo momento en que Letizia pasa a ser un mero elemento decorativo de la Corona, ya que pierde sus dos funciones constitucionales: gestar y parir a un heredero del rey y sustituir a Felipe como jefa del Estado y regente mientras Leonor sea menor de edad. Letizia se está resistiendo a quedar apartada por la mucho más joven, guapa y preparada Leonor. Alguien tiene frío en los pies.