Hace mucho tiempo que la niña tímida que se escondía detrás de su abuelo, Juan Carlos I, creció. Se ha convertido en todo un ícono de la moda royal, dejando atrás protocolos y siguiendo su propio camino. Tras mucho trabajo, ya acumula más de 280 mil seguidores en sus redes sociales, amistades de renombre y algunos aportes notables en la moda. Victoria Federica encontró su sitio en una corte de reyes muy distinta a la que nació, entre influencers y modelos. Es por eso que no nos sorprende su enfrentamiento con Leonor. Al parecer, las jóvenes tuvieron un conflicto en una noche madrileña.
No es necesario que lo publiquen en todas las revistas o diarios para saber que Letizia ha impedido que Leonor tenga mucho contacto con sus primos. En especial con Victoria Federica y Froilán (a quienes considera peores influencias). Los reyes establecieron un cordón sanitario hace mucho, alejando a familiares incluso en el ámbito personal. Aunque ahora que la princesa de Asturias cumplió la mayoría de edad tiene mayores libertades. Ocasionalmente, ve a sus tías y a sus primos, pero si hay un miembro de la familia con el que no se puede cruzar es con la hija de Jaime de Marichalar y la infanta Elena.
Leonor y Victoria Federica evitan coincidir, saltan chispas
Como comentó en su momento Pilar Eyre, experta en temas de la monarquía, la fractura de la Familia Real también afecta a las más jóvenes. Casi todos los descendientes han pasado a ser adultos, por lo que se empeñan en crear una narrativa de armonía y unión, aun cuando no hay constancia gráfica de nada de eso. El enfriamiento de estas relaciones viene de lejos. En el caso de Leonor y Sofía, han estado muy protegidas y aisladas. Hay una gran diferencia de trato, por ejemplo, entre Victoria e Irene, a quienes se les ha visto juntas muchas veces.
De cara a la galería se hace creer que hay un acercamiento entre primas. Sin embargo, no hay buena relación entre la princesa y la hermana de Froilán. Ambas frecuentan restaurantes, discotecas y sitios de moda, por lo que han llegado a encontrarse en el mismo lugar. No es tan frecuente porque la heredera no vive en Madrid actualmente. La anécdota es la siguiente, la última vez estuvieron en el mismo reservado sin dirigirse la palabra, como si fueran completas extrañas. El asombro del entorno fue supremo.
Parece haber una regla no escrita de no asistir a los mismos eventos, así estén invitadas las dos. Entre los grupos de amigos hay una rivalidad, por lo que la posibilidad de coincidir se suele eliminar a toda costa. No podemos dejar de ver el contraste, pues entre los cuatro hijos de Cristina y los dos de Elena hay más cercanía. Tal vez sea por su posición alejada de la línea de sucesión, que no hay disputas por quedar bien o arruinar el futuro del próximo al trono. Sea como sea, han compartido comidas, viajes y veranos por todo lo alto que prueban que los primos sí pueden convivir.
¿El tiempo arreglará las malas migas entre Leonor y Victoria Federica? ¿O son dos personalidades opuestas y destinadas a vivir apartadas? Ya lo sabremos.