El tiempo pasa demasiado rápido, especialmente cuando se mira hacia atrás. Leonor ya no es ninguna niña, es toda una mujer, a sus 19 años. Después de superar sus estudios de bachillerato internacional en el internado UWC Atlantic College de Gales, la princesa inició su formación militar obligatoria para cualquier futuro Jefe de Estado, como es su caso. La joven sigue los pasos de su padre con mucha admiración y respeto. Tres duros años para recibir todas las condecoraciones de los ejércitos. El año pasado formó parte de la Academia General Militar de Zaragoza con el ejército de tierra, allí estuvo un primer mes con los alumnos de primer curso, y el resto del año con los de segundo. Este mes de septiembre inició su formación en la Escuela Naval de Marín con los de marina de tercer curso. Pero su recorrido también ha sido breve, ya que se despide de ellos para embarcarse en el buque escuela Juan Sebastián ‘El Cano’.

Leonor Letizia abrazo jura Constitución GTRES
Leonor y Letizia en la jura de la Constitución / GTRES

El pasado sábado por la noche, Leonor celebró el tradicional Baile del Ciento, como despedida de su etapa en la Escuela Naval de Marín para celebrar que se embarca en el buque escuela. Se realiza cien días antes de subir al barco, pero coincidió con la tragedia de Valencia, así que decidieron posponerlo hasta ahora. La hermana de Sofía se embarcará en su nueva aventura a partir del próximo mes de enero, pasadas las fiestas navideñas, en las que tendrá un merecido descanso.

Letizia quiere tener controlada todo el día a Leonor 

Leonor continúa cada uno de los pasos de su padre. Seguirá la misma agenda militar. El 11 de enero se embarcará en el buque escuela, y dará comienza a la travesía que durará 140 días y visitará un total de nueve países. En el caso de la heredera no cumplirá la misma formación que sus compañeros.

Este será el tiempo más largo para Leonor sin ver a sus padres. Desde que la princesa estudió en el internado de Gales con tan solo 16 años, Letizia ha querido controlarla. A la dirección de la institución le pidió un informe semanal de su rendimiento escolar y su comportamiento. Además, cambió el menú de la escuela, apostó por uno mucho más saludable. En Zaragoza, ese control le costó aún más. Los militares no estaban dispuestos a cambiar el menú ni tampoco a detallar día a día la vida de la princesa, algo que Leonor agradeció considerablemente.

La princesa vive un infierno con el control y las manías de su madre. Deseaba salir de Zarzuela, pero se encontró con varios obstáculos. Ahora, en el buque escuela le será mucho más difícil acceder a ella. En ocasiones no tendrá ni cobertura. Sin embargo, la reina ya ha pedido un localizado en el barco para tener siempre conocimiento de su ubicación.

Felipe, Letizia y Leonor en Pontevedra
Felipe, Letizia y Leonor en Pontevedra