La dama-cadete Leonor Borbón Ortiz está a punto de decir adiós a la Academia General Militar de Zaragoza. Le quedan unas semanas de entrenamiento y prácticas; en el mes de junio podrá empezar unas largas vacaciones hasta su incorporación en la Escuela Naval Militar de Marín, en Pontevedra. La princesa entrará en la Armada en pleno agosto y cambiará de escenario, de medio, de compañeros y de uniforme. También del tipo de pescado y marisco que consumirá en la cantina: los que le sirvan en el plato en Galicia habrán visto el mar recientemente, o eso se supondría de una localización como esta.
La hija de Felipe VI realizará las últimas maniobras del programa asignado al Ejército de Tierra el próximo 25 de mayo, justo antes de despedirse de Zaragoza. La fiesta de celebración, de graduación o de licenciatura, como le digan, será épica. Arrasarán el Bar el Tuno, su menú de torreznos y hamburguesas, y después quemará la pista de baile de su discoteca predilecta hasta altas horas de la madrugada, con sus inseparables gafas de sol y una copita para brindar con la tropa. Será la última vez que vuelva a ver a la mayoría de integrantes de su promoción aragonesa, quiénes cederán al testigo a los proyectos de 'Marines' españoles de Marín. Un nuevo mundo se está abriendo.
Asegura 'Monarquía Confidencial' que Leonor ya solo piensa en esta inminente etapa. Como la versión oficial es que es un portento en el arte de la guerra, aparte de una alumna brillante y modélica, quiere dar lo mejor de sí misma durante su paso por Marín. Allí desarrollará habilidades náuticas, tácticas y técnicas a través de "simuladores de navegación, ejercicio de tiro con pistola, buceo y primeros auxilios". La joya de la corona, un crucero de prácticas en el buque escuela más famoso de la Armada. Mejor dicho, el más infame. La leyenda del 'Juan Sebastián de Elcano' es negra.
Año 2014: el escándalo sacude a las fuerzas armadas: la Guardia Civil detuvo a varios miembros de la tripulación, acusados de haber escondido y entregado un cargamento de cocaína en un trayecto desde Cartagena de Indias, en Colombia, hasta Nueva York. El registro del buque descubrió 127 kilos de esta droga. La operación continuó con más detenciones de militares e incluso de un civil, destapando una red organizada que operaba desde hacía años haciendo este tipo de negocios. Se ha celebrado un juicio militar, a finales de 2023, del que se desconoce la sentencia. Sin embargo, resulta llamativo comprobar que ninguno de los acusados ha ingresado de momento en la cárcel, que se sepa. Imaginen que esto pasa en otro ámbito, la respuesta de la Justicia sería diferente. En todo caso, el 'Juan Sebastián de Elcano' ha quedado manchado. Ni Leonor blanquea este pasaje oscuro y vergonzoso de la memoria militar española.