En plena tormenta en ARCO, hoy la reina Letizia ha optado por inaugurar la feria de arte contemporánea luciendo sus mejores galas y ha decidido que a pesar de la controvertida decisión, más propia de tiempos pretéritos y en blanco y negro, ella hoy iría de rojo llamativo, de rojo 'sangre', de rojo de bandera 'rojigualda'. Suponemos que para contrastar.

¿Que corren malos tiempos para la libertad de expresión? Ningún problema. Me pongo el vestido más chillón que encuentre en el armario, y listos. Letizia, acompañada del rey Felipe, ha asistido a la inauguración con un vestido que, por cierto, tenía las mangas tres tallas más grandes.

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No deja de ser curioso que haya decidido aparecer con las manos así de recortadas después de que le hayan cortado la cabeza a una obra, la de Santiago Sierra, donde salían varias fotos pixeladas de presos políticos, Oriol Junqueras al frente. Un vestido rojo, metáfora de las iras que ha despertado la polémica decisión de la feria, pero característico de una bandera que no condena esta decisión. Eso sí, recién estrenado. Pero no las botas "Francesca" de Magrit que ya llevó el pasado diciembre en otro acto. Y rojo era también el bolso de mano con un estampado de serpiente. Un STOP en toda regla en el momento en que muchos consideran que se están prohibiendo las libertades.

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No. No la busquen que no la encontrarán. Entre los cuadros que ha mirado atentamente la reina no figura la obra ya retirada. El gobierno español se lava las manos diciendo, en boca del portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, que "El Gobierno no ha tenido absolutamente nada que ver porque no está presente en Ifema. Respetamos la libertad de expresión porque nos gusta la libertad de expresión”. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, no ha ido a la inauguración como medida de protesta. E IFEMA que ha hecho? Se reafirma en la decisión de retirar la obra. Por cierto, su presidente, Clemente González Soler, es también el fundador del grupo Alibérico, el primer grupo privado español en el sector del aluminio. Pero la que hoy iba alibérica era la reina Letizia, dama no de aluminio, sino de hierro, del sentimiento patriótico.

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Hablando de obras decapitadas, a esta sí que le encontraban la gracia la pareja de monarcas. Es una escultura de bronce del austríaco Erwin Wurm que lleva por nombre "He-Pop". Saben cómo se llama la serie a la que forma parte la obra en cuestión?... "Bad Thoughts"... 'Malos pensamientos' en inglés. Malos pensamientos como los que llenan las galerías de ARCO estos últimos días.