La reina Letizia tiene un problema que incluso la prensa unionista no quiere esconder: tiene pocos actos oficiales y en la mayoría de ellos hace de mera comparsa de Felipe. Cuando va con el jefe del Estado no habla, pero cuando va sola tampoco. Es muy inusual verla dando discursos, y mucho menos opinando sin papeles. Este martes se ha desmelenado. Así como Lady Di escogió la causa de la lucha contra las minas antipersona, Letizia de entre todas las buenas causas ha escogido la lucha contra las enfermedades raras. Será la causa que motivará La Marató de TV3 de este año. Si el 155 interviene la TV pública catalana, el tripartito de ultraderecha ya tiene periodista para llevar el Maratón: Letizia Ortiz. Mientras tanto, es noticia, ha hablado.
Su discurso está en la web de Casa Real, pero lo más esencial es cuando alaba la independencia: "Me considero afortunada por poder estar aquí por muchas razones. Una de ellas es poder pedir. Pedir, por ejemplo, el compromiso de las administraciones (...) para luchar contra una enfermedad que no te permite ser independiente". En otro momento del discurso aborda la importancia del número de personas: "Los tres millones de personas que padecen una enfermedad poco común".
Una cifra, 3 millones, que le preocupa a la reina. Los indepes ya lo saben, cuando sean 3, la reina les hablará. En otro momento del parlamento ha hablado de nombres propios y ha citado uno catalán: Oriol. Susto en la sala. ¿Junqueras?. "Esa atención, ese compromiso permanente, real, efectivo, es lo que Celia, Lucía, Tomás, Samuel, Fide, María, Rodrigo, Andrés, Naca, Juan, Andrea, Oriol...". La cuota catalana de los pacientes con enfermedad minoritaria. La prensa rosa sigue entretenida con el vestido a cuadros de la reina. En Blau sigue preguntándose, si (casi) nunca habla, ¿para qué sirve una reina?