Letizia es una mujer totalmente controladora. Le gusta tener todo bien atado, que nadie vaya por libre, y menos su familia. Ella es quien dicta todas las órdenes y Felipe quien las ejecuta, no hay voz a réplica. También ha controlado siempre todos los movimientos de Leonor y Sofía, pero con su casi mayoría de edad le es prácticamente imposible. Ambas han volado del nido antes de tiempo. La princesa estudió bachillerato internacional en Gales, donde ahora mismo se encuentra la infanta. La hija mayor de los reyes está instalada en la Academia General Militar de Zaragoza donde estudia la formación militar obligatoria para cualquier Jefe de Estado. Los dos primeros cursos con el Ejército de Tierra.
Precisamente es Leonor quien se escapa de su control. Mientras en Gales ha podido vigilar el menú de Sofía, en el centro militar no le han dejado entrometerse. No obstante, ha pedido un informe semanal de la actitud de su hija. Está preocupada porque el rendimiento de esta profesión es demasiado exigente.
Aunque su nota no se tiene en cuenta, Leonor recibirá la máxima condecoración al finalizar el curso formativo, la joven se somete a todos los entrenamientos, incluso a los más duros. Estuvo presente en el campo de maniobras de San Gregorio donde le gritaron “Borbón, estás muerta”. La mitad de clase se enfrentaba a la otra parte para ver quiénes vencían y quiénes eran vencidos.
Leonor estuvo dos semanas incomunicada
Según ha sabido Confidencial Digital, de fuentes de la Academia, Leonor participó en ese juego y quedó al descubierto, uno de sus compañeros la puso en el foco y gritó “Borbón, estás muerta”. Si hubiese sido una escena real, efectivamente la princesa hubiese acabado mal.
Letizia quiso que su hija llevase el “Borbón Ortiz” en su uniforme, en vez de solo el primer apellido como es habitual. Leonor, como el resto de compañeros, puede irse todos los viernes por la tarde a su casa. Un helicóptero de Casa Real la espera para llevársela a Madrid en poco más de una hora. Sin embargo, lleva dos fines de semana que prefiere quedarse en Zaragoza con su nuevo grupo de amigos. Se siente mucho más libre alejada de sus padres, especialmente de Letizia, que es demasiado controladora.
Además, durante las dos semanas de instrucción en el campo de San Gregorio, Leonor no ha podido hablar por teléfono con sus padres, incomunicada, como el resto de alumnos, sin privilegios. Son situaciones límites. Solo pueden hablar con sus progenitores en caso de una situación de emergencia. Una vez finalice este aislamiento podrá contactar con ellos.