Hoy en día, Letizia es una de las reinas más populares de Europa y posiblemente del mundo. Su llegada a la monarquía española lo sacudió todo y es notable que, tras varios años, su papel esté cada vez más consolidado. Aunque no todo es color de rosa y su inicio no fue espléndido. Su perfil de periodista, divorciada, hija de sindicalista y nieta de taxista no parecía el más apropiado para la próxima reina del país. Fue polémico en todo sentido, pero en el camino hubo mucho secretismo para evitar empeorar su situación. Ahora se sabe que recurrió al aborto, estaba embarazada de un hombre casado.
La pésima relación entre Letizia y sus suegros no es precisamente un secreto. El tiempo solo ha concedido la razón a quienes apuntan que su entrada en la Familia Real española no estuvo cargada de alegría, besos y abrazos. Juan Carlos I, especialmente, no estaba de acuerdo con que su hijo se casara con ella. Al fin y al cabo, la asturiana era todo lo contrario a lo que esperaba de una consorte real. Pero no tuvo elección, de no aceptarla, Felipe VI iba a dimitir y sería una humillación irreparable. No por eso la pareja tenía todo a su favor, puesto que la joven escondía un pasado turbio que amenazaba con dañar su progreso.
Pese a todos los esfuerzos de Zarzuela por mantener ocultas las andanzas de la experiodista, hay informaciones que irremediablemente salen a la luz. No fue un aborto, fueron dos.
La interrupción de embarazo más polémica de Letizia
Un dato conocido de Letizia es que tuvo un aborto antes de comprometerse con el hijo de Sofía de Grecia. Su primo, David Rocasolano, la traicionó al relatarlo en su libro Adiós, princesa. Meses antes de su boda, descubrió que en su barriga crecía el bebé de su exnovio, David Tejera. Así que decidió abortar en la clínica Dator de Madrid. Esto no quedó ahí, pues se le presentó la inquietud de que el aborto llegase a oídos de sus suegros o peor, de la prensa. Podría haber sido un problema grave en la iglesia y evitado su matrimonio con Felipe VI. Por eso le pidió a Rocasolano un favor, que eliminara las pruebas.
No obstante, ya habría tenido un aborto antes. En el libro Letizia Ortiz: una republicana en la corte de Juan Carlos, Isidre Cunill expuso que abortó cuando estaba en México en 1996. Por esa época estaba en el país azteca haciendo el máster de periodismo, un tiempo que aprovechó para vivir toda clase de aventuras. De acuerdo con Cunill, la información estaba en el Centro Nacional de Información (CNI). Señaló que la reina consorte practicó el aborto en el hospital Médica Sur del Distrito Federal antes de partir a Nueva York.
El presunto padre de la criatura que no nació resulta ser Luis-Miguel Gómez, redactor en jefe del periódico Siglo 21 que ahora se llama Público. Fue el diario donde consiguió trabajo y, precisamente, la amistad de Gómez y Ortiz obligó al periodista a poner fin a su matrimonio por esas fechas.
La actual vida de Letizia no tiene nada que ver con la anterior. El trabajo de Zarzuela para borrar todo su rastro ha sido eficiente, hasta cierto punto.