Letizia parece una de aquellas heroínas de Marvel que tiene que luchar contra todo un grupo de siniestros enemigos. El capítulo esencial es cuando todos los villanos se unen contra la protagonista. Sucede en Batman, en Superman y ahora con la reina. Ha nacido la asociación Enemigos de Letizia S. A. La preside Jaime Peñafiel y el máximo administrador es Jaime del Burgo, que acaba de incorporar a un nuevo malvado contra Letizia, su íntimo enemigo Alfredo Urdaci. Era su jefe en los Informativos de TVE, la tenía frita. Urdaci era un secuaz del PP de Aznar, puesto en TVE para esconder la corrupción del partido, y Letizia se situaba, según su novio entonces, Jaime del Burgo, a la izquierda del PSOE. Hacían una pareja insólita, Urdaci carca y Letizia progre. De repente la subordinada enamora a Felipe y pasará a ser reina. Glups, tragó saliva Urdaci. Alfredo cayó en desgracia y nunca más ha levantado cabeza. Del Burgo lo acaba de fichar en la cruzada contra Letizia y anuncia que Urdaci ha escrito el prólogo de un libro contra los Borbones que ha escrito el hermano de Jaime del Burgo:
El trono en llamas, autor Ignacio del Burgo, prólogo Alfredo Urdaci. El amante de la reina quiere dar gato por liebre. Como nunca escribirá su libro sobre la relación extramatrimonial con Letizia, pretende que le compren el libro a su hermano, como un sucedáneo. El trono en llamas podría ser el de Felipe, pero es el de su bisabuelo Alfonso XIII. De eso va el libro histórico. Una chapuza que quiere hacer pasar por caviar y son triángulos de nocilla. La noticia no es el libro, que no comprará nadie, sino que Urdaci se suma en público a la fiesta de Jaime del Burgo en pleno escándalo. Mientras todo Madrid disimula y ni un solo periodista entra a analizar los cuernos de Letizia a Felipe, cuando todo el periodismo de Madrid tiene prohibido citar el apellido Del Burgo, Urdaci, el ex de Letizia, anuncia públicamente que asocia su nombre al de Del Burgo. No es un gesto inocente. Los enemigos de Letizia se mueven. Y se añade otro nombre: María Dolores Ocaña.
Es esta señora elegante, sofisticada, de zapato alto, falda sobre la rodilla y pelo más largo que la reina. Es la nueva "mano derecha" que Felipe le ha colocado a su mujer para mantenerla controlada. El problema que tiene Letizia es que aparte de Leonor, que arrinconará a la reina, y de la emérita, que está recuperando protagonismo en los actos oficiales, han puesto a una mujer como jefa de la Secretaría de la reina. Zarzuela y Camilo Villarino, el nuevo jefe de la Casa, han escogido a esta abogada del Estado de 51 años. Y un tabloide monárquico como La Razón acaba de advertir a Letizia que tiene a la enemiga en casa: María Dolores está llamada a eclipsar a Letizia.
Escriben que Ocaña, a diferencia de sus predecesores, mancha la imagen de Letizia:"Ocaña la nueva secretaria de su Majestad «mancha». No tiene un cargo oculto al público ni pasa desapercibida con su traje. Ocaña es una mujer guapa que, como dice un fotógrafo que sigue habitualmente a la Reina, tiene «bolso, pendientes, ropa...» No va uniformada y tiene que cuidar sus estilismos para no eclipsar ni competir con Letizia. Los que hemos visto a María Dolores en sus tres apariciones públicas de esta semana hemos apreciado que, además de una mujer de gusto refinado, es una profesional que está hiperpendiente de todos los detalles". Un nuevo quebradero de cabeza para Letizia: Peñafiel, Del Burgo, Urdaci, Ocaña... y Felipe.