Ya es oficial: Letizia es un cero a la izquierda en Zarzuela. Cada viernes abre la agenda de actos oficiales de la semana siguiente para los tres miembros de la Familia Real que quedan: Felipe, Letizia y la emérita Sofía, mientras las niñas son al Ejército y a Gales. El número de actos que Letizia presidirá en los próximos siete días es cero. Le han reducido la agenda hasta quedar como un post-it: irá de comparsa en algunos de los muchos actos del rey. Así se quiere escenificar que Letizia ya no es la reina sino la mujer del rey, la consorte real. Ha quedado relegada a actos oficiales de personas enfermas. Martes pasado, único acto oficial de Letizia, por las enfermedades minoritarias. Y la semana que viene una con personas con discapacidad pero con Felipe. Sola, nada más. En el mismo periodo la reina Sofía tendrá dos actos en solitario: viernes y sábado en una Catedral y en una playa en las Canarias. La auténtica reina es Sofía. No cuesta imaginar quién es el promotor de este cambio. Felipe y su nueva mano derecha Camilo Villarino marcan los cambios: sale Letizia, entra la emérita. Es la primera condición de Felipe para no divorciarse de Letizia: menos actos y como comparsa del rey. Para entenderlo, resumen en tres fotos de la semana que ha tenido Letizia:
LETIZIA SOLA MARTES POR LAS ENFERMEDADES RARAS
FELIPE Y LETIZIA MIÉRCOLES EN ARCO
FELIPE Y LETIZIA JUEVES EN EL CONCIERTO DE VÍCTIMAS 11-M
Tres salidas de Palacio, solo una en solitario y un detalle en común en las tres: Letizia de oscuro, como Bernarda Alba, de negro como una viuda. No es que haya muerto su examante Jaime del Burgo. Es que tiene que cumplir la segunda condición impuesta por el nuvo jefe de Casa Real, mano derecha de Josep Borrell y que Felipe ha confirmado: punto final a los estilismos excesivos, a los trajes cortos, de colorines, sin mangas o con la espalda al aire. Basta Letizia estrella de Hollywood. Como decía Carmen Lomana, "Va más corta que sus hijas". Se ha acabado. Zarzuela le impone un estilo royal, aburido, formal, sobrio, sin colores ni estridencias. Adiós Penélope Cruz, hola reina Sofía de 51 años. Felipe se dio cuenta de que Letizia no pediría el divorcio cuando estalló el escándalo Del Burgo y su mujer en lugar de dar un paso al lado y reconocer que su matrimonio es postureo decidió entregarse a su familia política y reconciliarse con todos los elementos a los que hasta entonces había considerado tóxicos: Juan Carlos, Cristina, Froilán, Victoria Federica, Pablo, Juan... Los exiliados para no declarar a Hacienda y los primos de Leonor que se negaron a dar apoyo a la heredera por sus 18 años jurando la Constitución. Toda la familia Borbón, que la detesta. Felipe ha masticado el divorcio y ha decidido seguir pero con condiciones.
Algunas teorías indocumentadas sostienen que Del Burgo se ha ido voluntariamente. Eso es no tener ni idea del personaje. Del Burgo dio un plazo de 48 horas a Casa Real y lo hicieron desaparecer en el transcurso de las primeras 24. Una señal bastante inequívoca que no se ha marchado por voluntad propia. Lo han hecho callar. Pero Letizia lo tiene difícil. Si creía que el mal final de Del Burgo supondría volver a ser reina, estaba equivocada. Letizia vuelve, sí, pero mucho menos empoderada y mucho más controlada. La nueva Letizia, gris, en la sombra, arrinconada, se parece mucho a una vieja conocida suya: la reina Sofía. Felipe ha ganado: reina sí, pero como mi madre.