La reina Letizia y el rey Felipe VI no dan abasto a la hora de controlar los incendios que se producen en la familia real. Los monarcas tienen un problema grave de imagen por culpa del emérito Juan Carlos I, pero también por uno de sus nietos. Froilán está metido en todas las polémicas.

Ya durante la pandemia, el hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar fue protagonista en varias revistas de papel cuché y programas del corazón. El motivo es que se fue a vivir con unos amigos, con los que celebraba fiestas a diario saltándose todas las restricciones impuestas para controlar el coronavirus. Se sentía por encima de la ley, como si la pandemia no fuera con él.

Froilán agota la paciencia de Letizia y Felipe VI

Pero aquello solo fue un episodio más en su cuestionable vida. Froilán, de 24 años, se ha visto metido en numerosos escenarios cuestionables. Uno de los últimos ocurrió el pasado mes de diciembre, cuando se vio implicado en una pelea con navajas en la puerta de una conocida discoteca de Madrid. Un altercado que, además, trajo a colación otros numeritos nocturnos en los que también había estado implicado.

Froilán GTRES
Froilán GTRES

Desde Zarzuela, Letizia y Felipe han pedido en reiteradas ocasiones a los padres de Froilán, Elena y Marichalar, que tomaran medidas con el joven. Y es que su comportamiento no estaba ayudando en absoluto en lo que se refiere a la imagen de la cara real española.

Desterrado con su abuelo en Abu Dabi

Una presión por parte de los reyes de España que ha surtido efecto. Según han confirmado varios medios en las últimas horas, Elena ha decidido enviar a Froilán a Abu Dabi para reducir la relación de su imagen con la de la casa real.

Sería bueno el dicho ahora de que Dios los cría y ellos se juntan, pues Froilán será desterrado, al menos temporalmente, allí donde también se encuentra desterrado su abuelo Juan Carlos I.

Está por ver si este exilio hace que Frolián recapacite o, por el contrario, esta decisión solo sirve para que se lleve sus fiestas y polémicas de forma temporal, a la espera que vuelvan a producirse en España en su regreso.