La reciente revelación sobre una fundación creada por Juan Carlos I en Abu Dabi para transferir su herencia a sus hijas ha causado una gran controversia en la Casa Real española. Según un informe de El Confidencial, tanto la infanta Elena como la infanta Cristina figuran como patronas de esta fundación, diseñada para gestionar de manera eficiente y discreta la fortuna del rey emérito sin enfrentar las regulaciones fiscales de España.

Esta fundación, ubicada en los Emiratos Árabes Unidos, ofrece importantes ventajas fiscales y un alto nivel de secreto, lo que permite a los beneficiarios recibir el patrimonio sin hacer pública su identidad. De este modo, la fortuna de Juan Carlos I puede ser transferida a sus hijas sin que el fisco español intervenga.

La reina Letizia, enfurecida por el último movimiento de su suegro y sus cuñadas

En el caso de la infanta Cristina, residente en Suiza, ya contaba con una situación fiscal favorable para recibir la herencia sin problemas. Sin embargo, la situación era diferente para la infanta Elena, cuya residencia fiscal está en España. Se especulaba que la presencia de Froilán en Abu Dabi podría haber facilitado la recepción de la herencia en su nombre, con ella como administradora del dinero y el joven como testaferro. Pero con esta nueva estrategia, Elena no necesita recurrir a su hijo como intermediario.

La infanta Elena visita a Froilán y a Juan Carlos

Este movimiento ha generado una gran tensión dentro de la familia real, especialmente con Letizia, quien ha expresado su profundo malestar. La reina considera que estas maniobras financieras echan por tierra el trabajo que ella ha realizado para limpiar la imagen de la monarquía y recuperar la confianza de la sociedad española. Letizia ha luchado por una transparencia fiscal y una monarquía libre de escándalos de corrupción, y ahora siente que este plan desbarata esos esfuerzos, reavivando las polémicas que han rodeado a la figura del rey emérito.

La reina Letizia no da crédito a la permisividad de Felipe VI

Pero la reina Letizia no solo está molesta con Juan Carlos I y sus cuñadas, sino que también ha dirigido su enfado hacia el propio Felipe VI. Según fuentes cercanas a la Casa Real, Letizia acusa a su esposo de ser demasiado indulgente con sus hermanas, especialmente con la infanta Cristina, quien ha recuperado protagonismo público en eventos recientes. Un ejemplo de esto fue la boda de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova, donde Felipe apareció en una entrada triunfal junto a Cristina, e incluso posó para fotos con ella y Elena, algo que no pasó desapercibido para la reina.

Boda Victoria Lopez Quesada y de Borbón Dos Sicilias

Para Letizia, este gesto público, sumado a la falta de medidas contundentes por parte de su esposo frente a las recientes revelaciones, es una muestra de la falta de firmeza del rey ante un asunto que podría dañar de nuevo la imagen de la corona. La reina cree que Felipe está permitiendo que las infantas, particularmente Cristina, recuperen protagonismo en un momento crítico para la monarquía, cuando tanto ella como el rey habían trabajado arduamente para restaurar la credibilidad de la institución tras los escándalos del pasado.