Letizia guarda absoluto silencio sobre sus posibles operaciones estéticas. Las diferencias entre la joven que presentaba los informativos con la actual reina son más que evidentes. La mujer de Felipe se puso en manos de especialistas. Nutricionistas, entrenadores personales y médicos estéticos. Mantiene una alimentación saludable y realiza ejercicio físico todos los días, no hay más que ver su cuerpo tonificado, además se somete a sesiones de belleza casi a diario para cuidar su piel. Una de las operaciones estéticas a las que se habría sometido es una rinoplastia. Ella misma la reconoció en el verano de 2008, tras asistir a los Juegos Olímpicos de Pekín. La Casa Real confirmó entonces que se había hecho una septoplastia para corregir el tabique nasal que le causaba problemas respiratorios.
Pero la reina también tiene otros complejos a los que no ha podido ponerle solución. Uno de ellos es la altura. Está casada con Felipe que es mucho más alta que ella, y por este motivo hace uso siempre de zapatos con tacón alto. Esto le ha provocado una enfermedad en los pies, el uso excesivo del tacón. Leonor y Sofía también le superan en altura. Y otro de los complejos queda patente en su vestimenta. Si nos fijamos detenidamente, la reina casi siempre utiliza vestidos largos o pantalones, es raro verla con una falda, y es que le da vergüenza enseñar sus rodillas. No sucede lo mismo con su espalda y sus brazos, de los que se siente muy orgullosa.
El mayor complejo de Letizia está en sus rodillas
Son muchas mujeres las que están acomplejadas por la forma de sus rodillas, especialmente cuando cumplen ciertos años. Hay muchas personas que acuden al gimnasio con regularidad, pero esta zona no es una en las que se suela trabajar, es la gran olvidada.
A veces, el mal estado de las rodillas se debe a la retención de líquidos, un problema que se agudiza con la menopausia. Y Letizia ya ha cumplido los 50 años. Para evitar esto es importante estimular el sistema linfático, eliminar toxinas y reducir volumen. "Aunque los cambios hormonales, la genética y el exceso de peso contribuyen a que se produzca la retención de líquidos, los buenos hábitos como el ejercicio y una dieta rica en fibra y proteínas podrán ayudarnos", señala la experta en belleza y estética Carmen Navarro, directora de los centros homónimos, tal y como destaca la revista Telva.
La piel de las rodillas es una de las más finas del cuerpo, carecen de densidad y apenas tienen glándulas sebáceas. Por ello, es muy fácil que aparezcan arrugas o síntomas de flacidez. Es importante renovar y reforzar el colágeno, así como mantener a raya la celulitis.
Además, las rodillas también pueden sufrir flacidez "por la menopausia que provoca una caída importante de los estrógenos o también derivada de una dietas baja en proteínas que no favorece la formación de elastina y colágeno, y por supuesto, por la vida sedentaria, que, como en casi todas las patologías, tampoco ayuda en el proceso de recuperación y fortalecimiento de estas" asegura a Telva el doctor Paolo Facchinei, de The Beauty Concept.