El jaleo de la cumbre de la OTAN en Madrid es mayúsculo. La acumulación de personalidades internacionales de primera fila es histórica y estresante. Buena parte de la atención, sin embargo, va a parar a todo aquello que gira en torno a la familia Biden. Jill llegó a España el lunes, un día antes que su marido presidente de los EE.UU., acompañada por dos de sus nietas, Finnegan y Maisy. Durante su estancia la reina Letizia ha hecho de anfitriona y de guía turística, excepto en una cena en el Museo del Prado, donde la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, tomaba el relevo en su ausencia. Pero Letizia y Begoña han coincidido en dos citas de la agenda conjunta. Y al encontrarse ha pasado lo que tenía que pasar: una confusión typical spanish: momentos de caos, tensión e incomodidad.
Las dos ocasiones en las que han estado juntas han sido la cena de gala en el Palacio Real y la jornada previa de excursión por Segovia y Madrid, visitando algunas de las joyas del patrimonio histórico y cultural del Estado. Iban acompañadas por el resto de consortes de los mandatarios asistentes a la reunión de la organización militar, pero Biden seguía siendo la estrella, la que salía en medio de todas las instantáneas. La han tratado como a una reina, vaya. Incluso en exceso, demostrando cierta ansiedad, impostura y peloteo máximo. Letizia, además, sacando a pasear sus formas autoritarias con aquella sonrisa que da un poco de miedo. Porque la monarca española, en las distancias cortas, impone. Se impone, mejor dicho. Caiga quien caiga.
Tensión por una foto con Jill Biden. Movimientos extraños entre Letizia y Begoña Gómez
Estos días son también una prueba de fuego para los encargados de protocolo de Zarzuela y Moncloa. Todo se tenía que estudiar al milímetro para mantener las formas que se dictan en los manuales de este universo. Pero como que Spain is different, en vez de al milímetro aquí han ido más bien al kilómetro. El intercambio de información entre Casa Real y Presidencia ha sido deficiente, inexistente o incluso obviado, provocando una situación incómoda durante la visita al Palacio Real de La Granja de San Ildefonso. Mientras el grupo se disponía a hacerse la foto de familia con las espectaculares fuentes del jardín como marco incomparable, hubo movimientos extraños orbitando sobre la mujer de Joe Biden. Begoña Gómez se estaba colando fuertemente. Y Letizia la puso en su sitio.
¿Quién es la primera dama en España?
Begoña había cogido sitio como en la playa, plantando la sombrilla cerca del mar en la mejor ubicación posible. Es decir, a la derecha de la americana. Como si fuera ella la primera dama, cosa que no es así exactamente. En España la Jefatura del Estado está por encima de Presidencia del Gobierno. Un detalle importante que Letizia le hizo entender con unos gestos aparentemente cordiales a Gómez, pero inflexibles y destilando un "quítate de aquí" implacable. La mujer del socialista se aparta con cara de "la he pifiado". La experta y colaboradora de TV3 Patrycia Centeno lo explica con precisión, como siempre. "Estas cosas pasan por no entender que en España no existe el cargo de primera dama". La escena recuerda de alguna manera al incidente con su suegra Sofía en la Catedral de Palma.
Letizia gana por K.O. en el primer asalto. Retiene el cinturón de campeona invicta. Veremos quién osa hacerle frente en el siguiente combate.