La reina Sofía recibirá el alta después de 3 días y 3 noches ingresada en la clínica Ruber de Madrid por, según la versión oficial, una "infección urinaria". Las versiones oficiales de Zarzuela son como el aire: no se pueden coger. También dijeron durante 40 años que el matrimonio de Juan Carlos y Sofía era ejemplar, que el emérito era un prodigio de honradez al frente de la Jefatura del Estado o que Jaime del Burgo era un valioso testigo de boda de Felipe y dignísimo cuñado de los reyes. Lo cierto es que un sobrino de Juan Carlos, Alessandro Lequio, ha revelado a Vamos a ver, el programa matinal de Ana Rosa en Telecinco, que "No sabemos si esto es un chivato de un problema mayor. De momento no se ha alterado ningún plan y cada uno sigue en su sitio". Eso es Juan Carlos y Cristina en Ginebra, y los nietos de Sofía dispersos por el mundo, de Gales a Zaragoza y de Londres a los Emiratos. Victoria Federica no acompañó a su madre Elena a visitar a la abuela enferma pero Letizia ha accedido finalmente a visitar a su suegra, o como mínimo a hacerlo ver. Aparece en la puerta de la Ruber con su marido con la misma ropa de la visita oficial a las Canarias, el vestido coral, jueves por la noche:
Letizia obligada por su marido a hacerse la foto visitando a la suegra. Arrastrada de la oreja ya que con toda la semana libre de actos se negó a visitarla. El miércoles Letizia hizo un gesto muy feo negándose a acompañar al marido al hospital y el jueves volviendo del vuelo a Las Palmas no tuvieron más remedio. Otra cosa es si realmente subió a la suite de Sofía. Recordemos cómo nos engañaron hace unos años cuando Juan Carlos estaba ingresado en el Hospital Clínic de Barcelona y Sofía dijo en la puerta de la calle Villarroel que lo había visto muy bien. Todo mentira, ni entró en la habitación de su marido porque quien lo acompañaba era Corinna, su amante. Así lo explicó Pilar Eyre, testigo excepcional de todo aquel escándalo. Lo único seguro es que Letizia ha ido al hospital. Si se quedó en la cafetería o si accedió a ver a la suegra, solo lo saben ellos. Lequio avisa de que quizás Sofía está más grave. Tres noches hospitalizada son excesivas.
La infanta Elena volvió para ver a su madre, con la bandera española colgando del retrovisor como un taxista de Vox, y muy mala cara. En su caso no hay que pensar en un desfallecimiento de Sofía, Elena siempre pone esta cara. Según Mariàngel Alcázar en el mismo programa de Telecinco: "Sofía tuvo fiebre el martes y el médico de guardia de Zarzuela la mandó al hospìtal. Debía estar 48 horas en observación y si baja la fiebre lo más probable es que le den el alta el viernes". Alcázar no va tan lejos como Lequio, que avisa de que quizás la fiebre es síntoma de una cosa más grave. O solo pasa que tratándose de una octogenaria (85 años) y madre del monarca, se cuidan en salud y la tienen controlada. Sofía se hace mayor, como todos, pero el hecho de que solo la visite excepcionalmente Letizia no hace pensar en un empeoramiento repentino. Si empezaran a desfilar Cristina y los ocho nietos convendría sospechar que está grave. A Juan Carlos nadie lo espera visitando a su mujer. No la soporta. Letizia se había quedado sin excusas para no poner un pie como mínimo en la puerta del hospital. Si Sofía no le cae bien que se aguante.
La Corona son formas y Letizia se las salta según le conviene. Pero desde que Del Burgo la dejó en falso en la familia, a Letizia le toca bajar la cabeza y hacer de nuera buena. Nadie se la cree en este papel pero se tiene que interpretar en el gran teatro de la monarquía española.