Letizia no quiere que nada escape de su alcance. Desea tener todas las situaciones bajo control. Es una mujer fría y calculadora, lo que la ha alejado de la naturalidad y espontaneidad de Máxima de Holanda. En los últimos meses, con la campaña de desprestigio que se ha hecho contra ella, sus compromisos institucionales se han reducido. Ha adoptado el papel de reina consorte, como Sofía. Siempre a la sombra de Felipe, algo que no le gusta a ella, pero debe acatar.
En los últimos meses ha vivido situaciones de mucho estrés. Intentó frenar las declaraciones de Jaime del Burgo donde revelaba que supuestamente había sido infiel a Felipe con él durante varios años. Una infidelidad que la retrataba como una mujer adultera. Fueron semanas especialmente duras, ni salía de Zarzuela ni quería comer nada. Estaba muy estresada y nerviosa, con ataques de ansiedad, había recuperado su peor vicio.
Letizia recae en su peor vicio en Ámsterdam por culpa de su dolor de pies
Letizia se pone muy nerviosa en los viajes de Estado porque se pone en el punto de mira. Está demasiadas horas en el foco mediático. Tanto ayer como hoy está todo el día junto a Guillermo y Máxima de Holanda recorriendo Ámsterdam y La Haya. El pasado miércoles tuvo lugar la recepción con la gran cena donde lamentablemente la reina tuvo que ausentarse en varias ocasiones y no siguió el protocolo. Mientras entraba Felipe, Guillermo y Máxima, ella ya estaba sentada en la mesa y en el momento de recibir a los invitados, todos estaban de pie menos ella, que los saludaba sentada en la silla. Parece que se había incrementado su dolor de pies. Sufre un neuroma de Morton y metatarsalgia. Una dolencia que también le afecta cuando camina y que le impide estar mucho tiempo de pie sin moverse. Estuvo todo el día de pie por Ámsterdam y ha provocado este dolor intenso.
Ella misma se sintió desilusionada consigo misma. Esta situación le provocó mucho estrés y ansiedad. En ella todo es perfecto, y una vez más se encontró con una situación que se le escapa de las manos. Por suerte, en su bolso siempre lleva un paquete de cigarros. Como la reina Sofía, Letizia fuma ocasionalmente cuando nadie la ve, Juan Carlos también, el único que no fuma es Felipe VI. La madre de Leonor y Sofía se iba al baño y se encendía un cigarro en la intimidad. En cinco minutos volvía a salir mucho más relajada.