Como cualquier otro ciudadano español, Felipe y Letizia también interrumpen su agenda institucional para disfrutar de sus vacaciones de verano. De acuerdo con el protocolo y el contrato que tienen con el gobierno balear para mantener el uso de Marivent, deben visitar Palma de Mallorca durante las primeras semanas de sus vacaciones. Sin embargo, una vez cumplida esta obligación, suelen partir hacia el mar, a bordo de un lujoso yate que alquilan anualmente, para dirigirse a un destino secreto, con el fin de preservar su privacidad y seguridad. El único que conoce el destino exacto es el presidente del Gobierno, en este caso Pedro Sánchez.
Este año, las vacaciones de los reyes han sido de las más inusuales que se recuerdan. Después de meses de rumores sobre un posible cese en su convivencia, el evidente distanciamiento entre ellos ha avivado las especulaciones. Durante los Juegos Olímpicos de París, han hecho todo lo posible por pasar el menor tiempo juntos. Primero, la reina viajó a la capital francesa para apoyar a los deportistas españoles y, poco después de su regreso, fue el rey quien partió hacia París, sin que sus agendas coincidieran.
Letizia y Felipe, vacaciones por separado después de una discusión terrible
En los últimos días, Felipe no ha podido pasar mucho tiempo con su familia. El 15 de agosto, se trasladó a la República Dominicana para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente. Posteriormente, el 22 de agosto, se encontraba en Cádiz para inaugurar la Semana Náutica. Mientras tanto, Letizia ha seguido de vacaciones junto a sus hijas, Leonor y Sofía, quienes retomarán sus clases la próxima semana, una en Pontevedra y la otra en Gales.
Según la periodista Pilar Eyre, el 13 de agosto, después de una acalorada caminata junto a la reina Sofía, Letizia y sus hijas partieron juntas hacia su destino vacacional, sin Felipe. Los ciudadanos desconocen el paradero exacto de los reyes, y según Eyre, si estuvieran más cerca, habrían asistido al tanatorio de Juan Gómez-Acebo en Palma de Mallorca, a donde ni siquiera Felipe VI pudo acudir.
La periodista también asegura que los reyes gastan alrededor de 500.000 euros en estas vacaciones lujosas y secretas. Este gasto no solo incluye su transporte y alojamiento, sino también al personal de seguridad y servicio, así como los lujos que los acompañan, lo que contrasta con las vacaciones de cualquier otro ciudadano español, aunque no se hagan públicas.
Letizia volvió a mediados de esta semana a Madrid tras sus vacaciones. Apareció en la base aérea de Torrejón de Ardoz, en esta ocasión sin Felipe, tampoco había rastro de Leonor y Sofía. Sin embargo, el pasado jueves, para zanjar todos los rumores de un fin de la relación, Casa Real obligó a los reyes a dejarse ver juntos por el centro de Madrid. Ambos coincidieron en un conocido restaurante de la capital para una velada romántica, o aparentemente romántica.