Cuando la Casa Real agoniza, lo mejor que pueden hacer los Borbones es poner buena cara y sonrisa. Esta parece la directriz que les han impuesto, siguiendo a Felipe VI y Letizia con la agenda oficial como si nada hubiera pasado. Aparentemente álienos a las demandas de echar a Juan Carlos I de la familia real y a las peticiones de abdicación de Felipe, ellos continúan adelante con los actos de verano.
Las niñas, de vacaciones en un campamento de los Estados Unidos, pondrán rumbo hacia Mallorca cuando vuelvan a España. Allí disfrutarán de unos días familiares con una desaparecida reina Sofía, acompañados de sus primos Marichalar pero sin los pequeños Urdangarin.
Mientras tanto, todas las miradas siguen centradas en el matrimonio real. Parece claro que no se pronunciarán sobre la polémica que ha generado Corinna con los audios que se han filtrado... pero siempre nos quedará fijarnos en los conjuntos estilísticos que escoge la Reina.
Si ayer la vimos escondiéndose detrás de unas gafas de sol de lo más estilosas, ahora ha vuelto a repetir un vestido de estampado dálmata. Después de reconciliarse con Felipe Varela, ha apostado de nuevo por un Carolina Herrera que han puesto de rebajas, pudiendo adquirirlo por 354 € cuando costaba 590 €. Se trata de un diseño de gasa de seda con lunares y falda con volumen. El cuello halter y la apertura con cierre de botones son todo un acierto, así como el cinturón del mismo tejido. Con respecto a los complementos, hemos podido ver unos pendientes preciosos con una piedra negra y un gran cuarzo blanco, a juego con el blanco y negro del vestido. ¿Y los zapatos? Crudos y sencillitos.
Ahora bien, resulta imposible fijarse en el vestido antes que en los brazos de la monarca. Mucho se ha hablado de los bíceps súper musculosos de Letizia, pero la última foto de este acto evidencia la pasión que tiene por las pesas todavía más.
Comentemos también, sin embargo, el baño de masas que les ha recibido. Y es que ha sido muy sorprendente que en medio de la tormenta hayan visto este rayo de sol. Los Reyes se han desplazado hasta Bailén (Jaén) para asistir a los actos de conmemoración del 210º aniversario de la victoria de España ante Francia, de la batalla en la guerra de la Independencia.
El matrimonio ha aparecido en el balcón del Ayuntamiento de la plaza de la constitución, saludando a una multitud unionista que ha enloquecido al verlos. Recibos entre aplausos y muchas banderas de España, han recibido la llave de la ciudad y después han paseado saludando a los habitantes.
La familia real, ajena a los problemas que les rodean.