Muchas fuentes aseguran que hace años que el matrimonio entre la reina Letizia y el rey Felipe VI está sumido en una profunda crisis que, lejos de disiparse, empeora con el paso de los años y a cada paso que dan. Todo empezó con el estallido del caso Nóos, que llevó a Felipe, bajo recomendación de Letizia, a alejar a la infanta Cristina de la familia real. Tras aquel episodio, todo ha ido a peor. Y siempre con miembros de la familia Borbón implicados en el asunto.
El rey emérito Juan Carlos I ha sido quien más problemas ha causado. Sus corruptelas, cacerías ilegales y otros escándalos generaron una imagen negativa en la monarquía muy preocupante para Letizia, que veía peligrar el futuro reinado de la princesa Leonor. Tanto es así que también se posicionó a favor de su abdicación, su exilio a Abu Dabi y su desaparición del mapa.
Froilán, a raíz de sus fiestas desenfrenadas y escándalos protagonizados, como cuando estuvo implicado en una pelea con arma blanca, también recibió lo suyo. Mientras que Letizia señaló a la infanta Elena por considerarla una mala madre que no estaba educando a sus hijos como es debido. Un enfrentamiento de la reina con los miembros de su familia política que han ido distanciando a la pareja.
El matrimonio entre Felipe VI y Letizia se desmorona
También han influido en este alejamiento las discrepancias sobre si Leonor debía seguir o no una formación militar. Dijo Pilar Eyre que quienes componen el servicio de Zarzuela habían sido testigos de las discusiones de los reyes, en las que no faltaron gritos y portazos.
Pero lo que ha terminado de dinamitar el matrimonio ha sido el escándalo de Jaime del Burgo. Tanto Felipe como en la casa real estaban al corriente de que algo había habido entre ambos, pero no sabían del calibre del asunto.
Ahora la escolta de la reina Letizia ha sido reforzada y tiene órdenes de seguirla a todas partes. Felipe VI les ha pedido que le hagan un marcaje en corto. Principalmente para protegerla de la opinión pública y de los improperios que le puedan dedicar. Pero también por cierta desconfianza por parte de Felipe VI.
La reina Letizia estalla
Letizia, sin embargo, se lo ha tomado como algo personal, como si fuera la típica vigilancia a una persona adúltera. Como cuando la reina emérita Sofía pretendía que los guardaespaldas siguieran a Juan Carlos I y, aunque no siempre lo conseguía, le informaran de todo lo que hacía.
Tanto es así que, tal y como nos cuentan, incluso se ha producido alguna bronca acalorada entre la consorte y los escoltas. La reina no se pudo contener. Está harta de que la controlen y llegó a decirles que le dijeran a Felipe que, si quiere saber algo, se lo pregunte directamente a ella. La situación empieza a volverse insostenible e insoportable para la reina.