Sofía y Letizia tienen más parecido de lo que ellas creen. La relación entre ambas siempre ha sido tensa, pero en los últimos años han acercado posturas y se muestran mucho más cercanas. La gran diferencia entre la emérita y la reina es la religión. Mientras una se considera cristiana, la otra reniega de ello, y se declara atea. Sin embargo, a las dos les apasiona el esoterismo. Una disciplina que ambas comparten, pero que debido a su cargo no han podido practicar con comodidad.

Según informa ‘Look’, Letizia suele acudir de forma muy discreta y privada a una librería madrileña especializada en dicha temática llamada la Central de Callao. Cuando va a la tienda viste de otra forma totalmente distinta, se recoge el pelo y se pone gafas de sol. Además, pide a sus escoltas que también disimulen y se alejen de ella sin quitar la vigilancia.

Letizia angola aeropuerto

Letizia comparte la afición de Sofía por el esoterismo 

Sofía habló de estos asuntos con Letizia y la hizo dar un paso más allá. La emérita le habló del momento en que le echaron las cartas por primera vez. La mujer de Felipe siempre había tenido curiosidad sobre los videntes. Le apasionaba la idea de que le echasen las cartas o le leyesen la palma de la mano. Así que acudió a la misma vidente de su suegra.

La emérita se puso en contacto con el escritor de ficción J.J. Benítez: "Le fascina el ocultismo, el tarot, el misterio OVNI y todo eso", han manifestado fuentes cercanas a la Reina emérita, tal y como ha recogido Look. El escritor y la mujer de Juan Carlos I se hicieron grandes amigos y “visitaron las ruinas de Nazca y mantenían largas charlas”, aseguró la periodista Pilar Eyre.

La afición por el esoterismo de la reina Sofía viene de su hermana. “Mamá, te conozco mucho antes que tú a mí, estaba arriba con el Niño Jesús, te vi aquí abajo y le dije: ‘esta es la mujer de la que quiero nacer”, le dijo con 4 años a la Reina Federica.

Reina Sofía efe

La madre de Irene y Sofía, Federica, ya era una fanática del esoterismo. Los padres de Sofía prometieron que cuando uno de los dos faltase hablarían desde el más allá. Y así hicieron durante todo el tiempo de vida de Federica. Cuando Pablo falleció cada día contactaba con él durante una hora. Según la matriarca, éste le daba consejos para gobernar el país y transmitírselos a su hijo Constantino, que heredó una corona frágil e inestable.

“La Reina es una mujer muy espiritual, pero sin rigideces, por ejemplo si va a una iglesia católica reza y en un templo budista pone una varita de incienso", aseguran en su entorno.

Como curiosidad, Sofía se apuntó a unos cursillos en estas materias en la universidad de San Bernardo, donde coincidió con el tarotista Octavio Aceves, entre otros.