El cielo gerundense lloraba mientras la reina Letizia se disponía a acompañar al rey Felipe en el acto de la entrega de los premios de uno de los títulos de su hija Leonor: princesa de Girona. Mientras la niña no sea mayor de edad, los galardones los entregan sus padres y el foco sobre Letizia cuando acompaña al rey siempre es el mismo: como no habla se la ha de interpretar por los gestos y la indumentaria. De lo primero nada a decir, se ha sometido a tantas operaciones de estética que no se sabe si ríe o es el rictus que le ha dejado al cirujano. Y sobre la ropa ha vuelto a su color fetiche: el rojo España. Un mensaje a los independentistas que se han opuesto a este viaje a la Catalunya gerundense. A Tarragona por los Juegos no fue pero a Girona sí. Este es el resultado:

Sergi Alcàzar

Una especie de túnica de la Empúries romana pero de rojo vivo hasta los tacones y el bolso, en deferencia también al gobierno de Pedro Sánchez y al lado de Pedro Duque, el ministro que ha colocado a una amiga íntima de Letizia en su ministerio. Dentro de 10 años, cuando la princesa Leonor de Girona sea mayor de edad, también será analizada por cómo viste o por el catalán que utilice en estos premios. Si es que todavía existe la monarquía y si todavía reina sobre Girona.