Las entrevistas a Pilar Eyre siguen trayendo cola contra la familia Borbón. Si todavía dura el escándalo por la identidad de la hija secreta del rey emérito, la segunda revelación sobre el rey actual, que inicialmente quedó tapada, está desatando una oleada de opinión contra la monarquía. Eyre le reveló a Risto que los actuales reyes tienen la misma afición a la caza que Juan Carlos I y un elefante en Botsuana marcó el fin de su reinado. En aquel viaje secreto se rompió la cadera y se supo que en plena crisis económica el rey estaba en África de safari de lujo con su pareja de entonces, Corinna. Cuando Juan Carlos dijo a sus súbditos Lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir su hijo se hizo el sordo. Según la periodista catalana, cuando Felipe y Letizia se van de vacaciones a destinos no revelados a los contribuyentes, cazan. En este preciso momento, en el puente de Immaculada, los reyes estan de viaje secreto y algún elefante, oso o leopardo puede recibir una bala borbónica.
De hecho, la reina de España estará el lunes en Senegal de viaje oficial, un país famoso por sus safaris con rinocerontes. Eyre reveló a la TV y confirmó a En Blau en entrevista exclusiva que Letícia regaló una escopeta Purdey a su marido hace años. Esta empresa armera se caracteriza por las armas de lujo y precisión de doble cañón. Algunas fuentes aseguran que Letizia encargó dos escopetas con un coste de 70 mil €. Un precio escandaloso que para ellos supone sólo dos meses de sueldo público ya que cobran mil euros cada día. Otras fuentes aseguran que las armas fueron un obsequio. La noticia de Letizia es doble: el coste para el erario público y el coste en imagen para la monarquía.
La reina acaba de hacer un Froilán: dispararse un tiro en el pie. Sabiendo el gafe de los Borbones con las armas (la misma Eyre recordó cómo el pequeño Juan Carlos mató con una pistola a su hermano pequeño) tendría que evitar armas de fuego. Pero su hija Leonor mira películas de samuráis así que es una hobby familiar. Letizia, según reveló en exclusiva Pilar Eyre a En Blau, echó a todos los perros que había en Zarzuela que su suegra cogía de las perreras. No parece compatible con su afición al yoga pero también el rey Felipe hizo lo que su madre Sofía no soporta: ir a los toros:
Fíjense en la mano ensangrentada del torero con que le tira la montera al cabo del Estado. Un Estado donde torturar animales está perseguido penalmente excepto si está dentro de una plaza con público aplaudiendo. Los animalistas ha visto colmado el vaso y llueve sobre mojado contra la monarquía. Las redes se han llenado de reproches contra los (hasta el 1-O) impolutos Felipe y Letizia:
Toros, cacerías, banderas españolas de 300 m2 en la Plaza Colón... El 99,9% de los españoles viven en un piso donde no cabría la bandera que se izó en Madrid para celebrar el día de la Constitución. No es el caso de Letizia que forma parte del otro 0,1%.