Letizia será la capitana de Zarzuela durante los próximos días. Felipe VI se ha marchado de viaje oficial y ya está en la República Dominicana con motivo de la Cumbre Iberoamericana que tiene lugar en la capital, Santo Domingo. La reina coge las riendas: un papel que le gusta, pero que cada vez podrá llevar a cabo con menos frecuencia. De hecho ya ha empezado a verle las orejas al lobo con todo el tema de la formación militar de Leonor. Los gritos, las peleas y los portazos han sido la banda sonora íntima del matrimonio real, enfrentados por una obviedad: la princesa está a punto de dejar de pertenecer a su madre. Desde ahora y hasta el final de sus días (o de la propia institución), es un ser dependiente del Estado, del Gobierno y de la propia Corona. Desautorizada y dolida, el ambiente en palacio ha sido irrespirable, como ha explicado la siempre bien informada Pilar Eyre. Incluso empiezan a oírse los tambores lejanos de un posible divorcio. Al tiempo.
Liberada y con todo el campo libre para hacer la suya, Letizia ha estrenado esta primera jornada sin el rey a su lado con un doble cita de audiencias reales. Y en una de ellas hemos vuelto a ver uno de los rasgos más cuestionables de la asturiana, el de hacer comentarios fuera de lugar, desafortunados y que con un poco de tacto te los podrías ahorrar. El escenario ha sido la recepción a los representantes de la entidad Code.org, que llegaban con los resultados de una encuesta sobre la opinión de los españoles en materia de enseñanza en informática y programación. Una organización sin ánimo de lucro que cuenta con una representante de apellido pomposo y VIP: Xandra Falcó, hermana de Tamara Falcó. Cuando Letizia se la ha encontrado cara a cara le ha soltado un comentario que el 90% de los medios consideran un gesto de complicidad y afecto, pero que desde nuestra humilde opinión es un resbalón como una casa de campo.
El encuentro de Letizia y Xandra Falcó, hermana de Tamara, en la Zarzuela
Letizia y Xandra Falcó no son estrictamente amigas, pero no pasaba lo mismo con sus parejas. Hablamos en tiempo pretérito, porque el marido de Xandra murió en septiembre de 2020 a los 56 años, víctima de un ataque al corazón. Jaime Colón de Carvajal y el rey Felipe eran íntimos, de hecho fue testigo en su boda. El fallecimiento de Jaime hizo que el matrimonio real asistiera a las exequias, un gesto no demasiado habitual en la Casa Real: son más de telegramas de pésame que de asistencia presencial, excepto en contadas ocasiones. Cuando la reina ha visto a Falcó ha sentido la necesidad de dedicarle una frase especial, diferente al resto. Hacerse la próxima, la entrañable y atenta, escogiendo una oración de 4 palabras que, sinceramente, no le gustaría escuchar al autor de este texto, por mucho que salga de la boca de una reina.
El comentario desafortunado de la reina en plena audiencia real
"Te veo mucho últimamente", le ha espetado. Por lo que recogen las crónicas de los especialistas cortesanos no hay constancia de que hayan compartido espacio, tiempo ni oxígeno en ninguna ocasión desde el funeral de Jaime. No suena nada bien, a pesar de la sonrisa forzada que le ha dedicado Xandra, demostrando saber estar pero que tampoco ha podido acabar de disimular una mueca extraña. ¿Afortunada? No. Hubiera sido más adecuado preguntarle por Íñigo Onieva, juergas, bodas, urinarios o cuernos, que hacer una referencia tan delicada. Letizia, siempre a lo suyo.
Letizia, reina de la diplomacia inversa. Mis dieses.