Letizia ha dado un giro de 180 grados a la corona al desvincularse totalmente del apellido Borbón. Todo lo necesario para preservar su reinado, pero especialmente para garantizar el futuro reinado de Leonor. La princesa es el rostro de Casa Real más querido por los ciudadanos, con ella se ha recuperado toda la confianza en la institución después de las desastrosas últimas décadas. En el último año, los reyes han intentado acercarse más al pueblo. Se han mostrado más cercanos, más naturales. Y uno de los movimientos ha sido compartir con ellos su día a día con fotografías reales en su recién estrenado perfil de Instagram.
La reina es una mujer muy autoritaria, le molesta mucho que alguien le diga cómo tiene que llevar su rol de reina o de madre, y la reina Sofía es una de las que más se entromete en estos asuntos, por ello su mala relación. Suegra y nuera son muy diferentes, totalmente opuestas. Tanto en el ámbito profesional como en el personal.
Todas las reglas de la reina Sofía en la corona se han desarticulado. De hecho, cuando Letizia se convirtió en reina, lo primero que hizo fue eliminar los menús de la emérita. Ella apostó por una dieta saludable basada en los superalimentos. Dijo adiós a los ultraprocesados y a las grasas. Con sus hijas también las ha educado totalmente diferente.
Letizia da un nuevo golpe a la religión, no gusta a la reina Sofía
A diferencia de la reina Sofía, Letizia no es creyente. Así que en su caso, no le importa que Leonor y Sofía pasen la noche con sus respectivas parejas. Se desconoce si la infanta tiene pareja estable a día de hoy, pero se sabe que la princesa tiene un amigo muy especial. El famoso Gabriel Giacomelli, al que ha invitado este fin de semana a Palma de Mallorca con otras amigas que conoció en el internado de Gales donde ahora su hermana cursa bachillerato internacional.
Leonor surcó el mar hasta Cabrera con él y pasó todo el sábado a bordo sin la presencia de Letizia, que estaba en París animando a los deportistas españoles. La reina Sofía no deja que sus nietas duerman con sus parejas cuando están en casa, cada uno en una habitación. Hizo lo mismo con sus tres hijos. Hasta que no se casasen no podían compartir cama, aunque por suerte sus hijos se veían con sus parejas fuera de Zarzuela.