Los reyes de España están haciendo de anfitriones del presidente de Colombia Gustavo Petro y de la primera dama del país, Verónica Alcocer. Los han invitado a Zarzuela y al Palacio Real en doble sesión: recepción oficial al mediodía y cena de gala por la noche. De mucha gala: es de aquellas citas en las que ves a Felipe VI de esmoquin recargadísimo y a Letizia luciendo vestidos de princesa Disney. Pero estas fantasías también tienen una cara oscura, también dan miedo, pena, tristeza y ganas de llorar. Y en el cuento de la monarquía española pasa lo mismo. Cuando hurgas un poquito sale de todo... y poco buono. Como la joya que lució sobre su cabeza la consorte española.

El joyero real tiene piezas de gran valor y belleza, pero también algunas que sería mejor deshacerse de ellas. La corona escogida anoche por Letizia sería la candidata número 1, sin dudas. Pilar Eyre nos ha puesto sobre la pista del origen siniestro y repugnante de la pieza, que actualmente se conoce con la sencilla y neutra denominación de "Corona Floral". Deben ser flores marchitas, porque su nombre real es otro. Forma parte del legado de la anterior reina, su suegra Sofía, que la recibió como regalo de bodas en 1962. Una época en la que en Juan Carlos todavía era un becario a las órdenes de un dictador fascista, Francisco Franco, quien lo vigilaba de cerca porque según explica el excoronel Amadeo Martínez Inglés, era un "sinvergüenza y depravado".

Letizia y Felipe saludan a Gustavo Petro y Verónica Alcocer / EFE

La corona floral de Letizia es la corona de Franco, heredada de la reina Sofía

Juan Carlos no le regaló la famosa corona, ni mucho menos. Todavía no tenía una fortuna en los bolsillos ni repartida por sociedades y testaferros. Tampoco tenemos claro que hubiera pagado jamás una joya como esta a una mujer a la que no ha querido nunca, ni siquiera respetado como tal. Bien, Sofía también tiene algo que ver con esto, es la consentidora oficial del reino. Pero en todo caso el Borbón se ha pasado veinte pueblos con ella a lo largo de 6 décadas de matrimonio... y de la corona que acaba de lucir Letizia en acto oficial. No es la corona floral, es la corona de Franco. El regalo de boda del dictador a Sofía de Grecia. Letizia lo sabe. Todos lo saben en la Casa Borbón, también Pilar Eyre. Por cierto, la tiara provoca un efecto curioso, se te pone cara de malo.

Letizia con la corona de Franco / GTRES
Letizia con la corona de Franco / GTRES
Boda de Juan Carlos y Sofía / GTRES

Pilar Eyre perpleja con la joya que lució la reina de España en una cena de gala

La cronista real, siempre elegante y afilada, no es hostil con Letizia, pero tampoco esconde la realidad ni su sorpresa. Está perpleja: "Se han suprimido monumentos franquistas y los títulos concedidos por Franco. No entiendo muy bien porque la reina sigue llevando la que siempre se ha llamado Corona de Franco (ahora la llaman "floral") que regaló el Caudillo a Sofía por su boda". Algunas reacciones al tuit aportan más información y contexto: "La tiara fue creada en tiempos de Alfonso XIII, se vendió en el exilio y años después Franco la compró como regalo de bodas a Sofía". En todo caso no cambia quién la regaló ni borra su historia. Mejor en un cajón.

Pilar Eyre / TV3
Letizia con la corona y Gustavo Petro / EFE
Letizia con la tiara de Franco / EFE

Tampoco nos deberíamos sorprender demasiado: el vínculo de la monarquía con el franquismo es inapelable. Letizia es una más de la cadena.