La llegada de la reina Sofía a Marivent en compañía de su hermana, Irene de Grecia, ha traído consigo la habitual paz y tranquilidad para la reina emérita. Allí planea quedarse hasta finales de septiembre, siempre que las condiciones climatológicas lo permitan. Durante su estancia, es frecuente verla pasear por las calles del centro histórico de Palma de Mallorca, asistir a eventos culturales como teatro y cine, y disfrutar de la gastronomía local. A lo largo de estas semanas, además, recibirá la visita de su familia. Aunque, como es costumbre, cada uno llegará por separado.
A pesar de los deseos de la reina Sofía de reunir a todos sus hijos y nietos, Letizia se niega a cumplirlo. La reina considera que sus hijas, Leonor y Sofía, no deberían relacionarse con sus tías Elena y Cristina ni con sus primos Victoria Federica y Froilán, a quienes ve como una mala influencia que podría perjudicar su imagen pública. Letizia es muy cuidadosa con la exposición de Leonor y Sofía, controlando cada uno de sus movimientos.
Leonor y Sofía estarán poco tiempo en Mallorca
La percepción pública de Letizia como una mujer fría y calculadora ha sido difícil de cambiar, a pesar de los esfuerzos de sus asesores en la Casa Real para suavizar su imagen. Ha logrado distanciar a Leonor y Sofía de la familia de Felipe, manteniendo escasos contactos con ellos. La única excepción es la reina Sofía, su abuela, a quien ven en contadas ocasiones.
Este verano, pasarán unos pocos días con ella en Palma de Mallorca, llegando el 27 de julio y partiendo a principios de agosto. El motivo de que la estancia sea tan corta es que antes de que Leonor ingrese en la Academia Militar de Pontevedra a mediados de mes, la familia real tiene planificadas unas vacaciones privadas, como es tradición anual.
Letizia marca distancias con los socios del club náutico, del que mantiene alejadas a sus hijas
Y mientras estén en Mallorca, se podrá comprobar la insistencia de Letizia en mantener a sus hijas alejadas de ciertas actividades y tradiciones familiares, como el curso de vela que todos los Borbones han realizado. A diferencia de sus primos, Leonor y Sofía nunca han aprendido a manejar un barco ni han participado en una regata. Letizia prefería hacer otros planes con sus hijas, como llevarlas al cine o al teatro, en lugar de ver a su marido en alta mar. Además, la propia Letizia rara vez se deja ver en el club náutico, un lugar que ha visitado solo en contadas ocasiones y generalmente por obligación, en los primeros años de su matrimonio con Felipe.
La ausencia de la reina y sus hijas en las actividades del club náutico ha provocado descontento entre los socios, muchos de los cuales son amigos íntimos de Felipe. La llegada anticipada del rey a Palma de Mallorca, antes que el resto de su familia, para reunirse con estos amigos antes de las regatas del fin de semana, subraya la distancia que Letizia ha creado. La percepción de los socios del club es que la consorte desprecia las tradiciones y costumbres que antes unían a la familia real con el entorno náutico.