Letizia y Felipe ya están en el Caribe. Tienen tirón en huir en aguas cálidas cuando España se incendia. Después del atentado más bestia que ha sufrido su reino, el 11-M de 2004, se escaparon a las Bahamas de despedida de soltero en pleno luto nacional. Ahora persisten: al día siguiente de las elecciones aterrizan en la isla caribeña para una visita oficial de 4 días. En el aeropuerto José Martí les ha recibido la dictadura con el gran cartel "Patria es humanidad".

EFE

Quien la ha recibido no es Raúl Castro, que tiene 88 años, sino Jaime Peñafiel, en sentido figurado, con una columna de opinión del digital republica.com. Peñafiel hace de Peñafiel en la columna contra Letizia. Insinúa que en su anterior viaje a Cuba, cuando tenía novio pero viajando soltera, debió toparse con algún cubano a quien regaló o le tomó una preciada joya personal: "Letizia había visitado ya la Cuba de Fidel Castro en 1994 cuando solo contaba 22 años siendo estudiante de Periodismo. Fueron tres días. Era mayo y ella tenía novio, Alonso Guerrero. Dicen que, durante la estancia La Habana, perdió una pulsera de valor sentimental". Letizia en Cuba sin Alonso que esperaba en Madrid y ella perdió algo. Dicho por Peñafiel esconde más. 

EFE

Letizia subida en unos zapatos de aguja imposibles tras un vuelo transoceánico. El cronista real tumba las críticas del viaje a una dictadura. Juan Carlos se hartó de visitar sátrapas, tiranos y presidentes delincuentes bananeros: "Juan Carlos estrechó las manos de los tiranos y dictadores más grandes, algunos de ellos incluso sanguinarios" y hace un listado que resumido es "el emperador de Etiopía, Imelda Marcos de Filipinas, el shah de Irán, Chernenko de la URSS, Nicolai Caucescu de Rumanía o Mubutu de Congo". Le ha faltado decir que a Felipe, como al presidnete cubano, no lo han escogido las urnas.