Reunión de la FAD, Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, y la preside la reina Letizia, en sustitución de su suegra, que era a quien iba habitualmente. Letizia se ha hecho la foto ante de una obra de arte que simula un agujero. En las postrimerías de su annus horribilis Letizia se ha prestado a las interpretaciones: ella no caerá nunca al pozo. La prensa ha visto que la obra lisérgica no eclipsaba su abrigo de varias tallas mayor y de tres colores. Se confundía con el logo de Repsol que patrocinaba el acto.
La prensa se ha vuelto a ensañar con su estilismo. Siempre se pasa por poco, escotes en abundancia, o por mucho. Escribe el digital Jaleos: "Le chifla poder llevar un maletín en la mano, demostrar que trabaja". La primera en la frente.. Y siguen: "Look de working girl en clave aburrimiento total. Todo correcto, dentro del protocolo, gris, soso una vez más". No es cierto que fuera gris, los colores del abrigo son originales, de Hugo Boss y cuesta 629 € sin rebaja. Peor es que de tan delgada como está no acierta con las medidas. Fácil titular Letizia no da la talla.
El abrigo le viene grande y le hace joroba. Le hace bolsa en la parte de atrás. ¿No tiene espejos en Zarzuela? Escribe la periodista "Debe tener una talla súper pequeña, está delgada y se cuida mucho, pero siempre sorprende que las cosas le queden grandes, como es este caso, y nadie se dé cuenta. Letizia se pierde dentro de esta prenda que le hace bolsas en la espalda debido a la tela que le sobra". El abrigo de lana gris con tonos color teja en degradado le hace un mal efecto atrás:
Letizia piensa que si da mala impresión tanto da, sólo se ve cuando se va. Y Letizia ya ha decidido que no se irá nunca.