La reciente visita de los Reyes a la zona afectada por la DANA en Valencia ha dejado tras de sí no solo imágenes de una jornada cargada de tensión y emociones, sino también una fuerte crisis matrimonial entre Letizia y Felipe VI. La reina, que siempre ha mostrado un firme compromiso con el futuro de su hija, la princesa Leonor, vivió momentos de fricción con su marido, al no llegar a un acuerdo sobre la presencia de su hija en el lugar de la tragedia.
La visita a la zona cero de Valencia fue la segunda que realizaban los monarcas en menos de una semana, y se hizo en un clima de máxima discreción. Casa Real optó por no anunciar oficialmente la agenda para evitar más controversias después de los incidentes ocurridos en la primera visita. En esa ocasión, los Reyes fueron recibidos con abucheos y hasta bolas de barro, lo que dejó a Letizia visiblemente afectada y con una expresión que denotaba impotencia. La situación fue tan tensa que los asesores sugirieron cancelar la segunda visita del día.
Discrepancias entre Felipe VI y Letizia por la presencia de Leonor en Valencia
La segunda visita fue más calmada. Sin embargo, entre Felipe VI y Letizia en Zarzuela sucedía algo más complejo. La discusión comenzó cuando Letizia manifestó su deseo de que Leonor acompañara a los Reyes en su visita, como parte de un esfuerzo por humanizar la imagen de la familia real en medio de la tragedia y para conectar más con los ciudadanos. La reina, que siempre ha cuidado las apariciones públicas de su hija, veía esta ocasión como la oportunidad perfecta para que la joven princesa se mostrara cercana a las personas y asumiera un rol más activo en las cuestiones que atañen a su futuro como heredera al trono.
Sin embargo, Felipe VI no compartía la visión de su esposa. El rey consideraba que la presencia de Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, era mucho más relevante para dar legitimidad al acto, dado el ambiente político tenso que se vivía en la región tras la tragedia. Mientras Letizia insistía en que Leonor debía estar presente, Felipe se negó rotundamente, lo que originó una fuerte discusión entre ambos de esas que ha definido Pilar Eyre en alguna ocasión en las que no han faltado gritos y portazos. Una pelea que desembocó en una nueva grieta en su relación, que afectó gravemente su comportamiento durante los días siguientes.
La frialdad que se percibió entre Letizia y Felipe durante la visita a Valencia fue notoria. Apenas se dirigieron la palabra durante el recorrido, reflejando cómo esta discusión había afectado la armonía en su matrimonio. Letizia, siempre firme en su postura sobre el futuro de Leonor, no se resigna a que su hija no desempeñe un papel más visible en los momentos clave. Mientras tanto, Felipe, en su intento de mantener un equilibrio institucional, parece más inclinado a priorizar las cuestiones políticas antes que la buena imagen de su hija.