La vida privada de Letizia se guarda bajo llave entre las paredes infranqueables de Zarzuela. Uno de los errores de la reina es la falta de naturalidad y cercanía, algo que intenta subsanar con la ayuda de su equipo de asesores. Siempre se ha mostrado como una persona muy fría y calculadora, demasiado controladora. No acepta que las cosas se salgan de su control. Ahora parece una mujer perfecta, sin embargo la mujer de Felipe tiene un amplio currículum que ha tenido que ocultar. Cuando el rey la empezó a conocer y la presentó como princesa a sus padres, no le quedó más remedio que mover sus hilos para que algunos episodios oscuros como el de su aborto viesen la luz.

Felipe estaba enamorado de Letizia y lanzó un ultimátum a Juan Carlos. Si truncaba su relación dejaría el trono para siempre. Todo un escándalo. Así que el emérito ayudó a su hijo a tapar los episodios de su mujer. La etapa que produciría más vergüenza a la corona es su juventud. Solo a los 17 años ya se enamoró de su profesor de instituto, con quien más adelante se casó. Pero una vez entró a la universidad vivió al límite. Hizo un Erasmus y estudió el máster fuera de España, donde también trabajó.

Letizia de joven
Letizia de joven

Letizia salía a bailar todos los fines de semana con su grupo de amigas 

Cuando estudió en Guadalajara, México, se transportaba en camiones. Su amiga Sara, que trabajaba en el mismo periódico, explicó que a Letizia siempre le había encantado una buena fiesta. Le gustaba mucho bailar hasta altas horas de la madrugada, en ocasiones se le hacía de día. "Era muy bai­la­do­ra. Le en­can­ta­ba la sal­sa. Íba­mos al Sa­lón Ve­ra­cruz, que no estaba de mo­da". La ma­yo­ría de las ve­ces pe­día te­qui­la o vi­no tin­to, be­bi­das que le fas­ci­na­ban. Letizia se lo pasaba en grande. No obstante, era una mujer muy responsable, estudiaba y trabajaba, cuando tenía compromisos laborales se iba a casa. Sin embargo, si al día siguiente tenía fiesta, nadie la reconocía.

En España pasaba los veranos en la Costa Brava con su hermana. Hacía autostop para ir de playa en playa. Tomaba el sol como Dios la trajo al mundo en playas nudistas. Y en México llegó a vender tabaco de contrabando. Allí fue donde empezó a fumar con más asiduidad. Ahora solo lo hace de vez en cuando y a escondidas porque no queda bien con su vida saludable.

Alonso Guerrero y Letizia
Alonso Guerrero y Letizia