Son contados los datos respecto a la vida de Letizia antes de conocer a Felipe VI. La Casa Real se ha encargado de desaparecer los detalles, por lo que solo se comentan a grandes rasgos algunos de estos aspectos. Nada que pueda comprometer su imagen, ni la de la monarquía. Es por ello que extraoficialmente y a través de testigos, informantes, personal del palacio y familiares se llega a construir lo que fue de su vida previa a la realeza. Como la fotografía inédita de la reina consorte junto al abuelo Paco y la abuela Kety.
Con más de 50 años cumplidos, Letizia dejó su adolescencia muy atrás. Ahora es ella la que tiene dos hijas en etapa de adolescencia, prácticamente entrando en la adultez. Y si queda alguna duda de cómo se veía a los 15 años, en el libro de David Rocasolano (su primo) aparecen mayores referencias. Son muchas y muy diversas las informaciones que aparecen en Adiós, Princesa, una publicación incendiaria que despertó grandes emociones. Entre esos datos, los veranos con el abuelo Paco y la abuela Kety.

Uno de los puntos en los que hace hincapié David es que la familia Ortiz no contaba con recursos económicos suficientes. En realidad, vivían con lo justo. Es por ello que, en los veranos, las jóvenes de Paloma Rocasolano tenían un plan definitivo para salir de la rutina que no implicaba mucho gasto. Te contamos más en las siguientes líneas.
La fotografía que revela cómo era Letizia, vacaciones con el abuelo Paco y la abuela Kety
En un cálido día de verano, Letizia y sus hermanas, Telma y Erika, iban a la piscina con su familia. La joven, que más tarde se convertiría en la reina de España, disfrutaba de momentos junto a sus abuelos. Lo cierto es que en la mencionada biografía no autorizada, la experiodista aparece en una fotografía muy especial.
La piscina, que era un lugar de encuentro y diversión, se convertía en el escenario perfecto para que las jóvenes compartieran aventuras. Con un bañador verde y un gesto despreocupado, la royal abraza a su abuelo y a su primo David, al lado de ellos posaban sus dos hermanas. “Mi abuelo Paco, en el centro, fue junto a mi abuela Kety el eje alrededor del cual giró nuestra juventud”, decía el abogado entre esas líneas.

Se puede observar que, en sus años de juventud, la asturiana era muy atractiva. Tal y como lo decía su primo, su belleza natural no requería más. “(...) Nunca comprendí sus complejos físicos, que finalmente la llevaron a tantos retoques quirúrgicos”, aludiendo a las operaciones estéticas que se hizo más adelante.
Estos momentos familiares no solo eran una forma de disfrutar del verano, sino que también forjaron lazos que perdurarían a lo largo de los años. La conexión entre la esposa de Felipe VI y sus abuelos se haría evidente más adelante; cuando los posicionó como invitados de honor el día de su boda. El orgullo de Don Paco, al saber que su nieta sería la reina, era palpable.
A medida que Letizia crecía, esos días soleados en la piscina se convirtieron en recuerdos inolvidables junto al abuelo Paco y la abuela Kety. Aunque su vida dio un giro inesperado al convertirse en figura pública, pues transformó por completo quien era. Ahora, es la mujer más importante de España.