Letizia enfrenta uno de los períodos más desafiantes de su vida. Antes reconocida como una de las reinas más destacadas de Europa, ahora se ve envuelta en una campaña difamatoria destinada a destruirla. Las investigaciones señalan hacia la misma Casa Real, sugiriendo que en los últimos tiempos han relegado a Felipe a un papel secundario, desviando la atención del verdadero monarca. La sombra del pasado se hace presente con la resurgencia de Jaime del Burgo, quien revela uno de los secretos más profundos de la Zarzuela. Según sus afirmaciones, la madre de Leonor y Sofía habría mantenido una relación extramarital con él durante varios años, siendo esta la raíz de la crisis que azotó el matrimonio real a finales de 2012. A pesar del intento de perdón por parte de Felipe, incapaz de tolerar la mentira que tanto dañó su confianza, su amor por Letizia se ha desvanecido, dejando la relación irremediablemente fracturada.
Estos meses han sido sumamente adversos para Letizia. Aquellos que la conocen bien afirman que se encuentra completamente aislada, enfrentando las consecuencias de sus propias acciones. Siendo una mujer conocida por su control y astucia, la situación actual ha escapado por completo de sus manos, sumiéndola en niveles alarmantes de estrés y ansiedad. Sus problemas de salud mental la han llevado a buscar ayuda profesional, ante la preocupación creciente de Casa Real por su bienestar.
Letizia se ha puesto en manos de especialistas
Su estado anímico ha decaído notablemente; en sus últimas apariciones se le ha visto visiblemente más delgada, apenas ingiriendo alimento y mostrando una falta total de interés por su entorno. Evita salir de su despacho o habitación, sumergida en una apatía que preocupa a sus seres cercanos, quienes se sienten impotentes ante su resistencia a aceptar ayuda.
Incluso sus escoltas han manifestado su descontento con su actitud. Reconociendo que atraviesa un momento difícil, no están dispuestos a tolerar que descargue su frustración en ellos. La manera despectiva y malhumorada con la que trata a quienes están a su alrededor, llegando incluso a levantar la mano contra uno de sus escoltas en un acceso de ira, ha llevado a cuestionamientos sobre su comportamiento.
Jaime Peñafiel describe a Letizia como una persona agresiva y violenta, citando un incidente previo en el que hirió a una de sus parejas en México. Este retrato arroja luz sobre una faceta más oscura y preocupante de la reina, que contrasta fuertemente con su imagen pública de antaño.