Máxima preocupación por Letizia. La reina iba a cerrar un año redondo en el que se ha acercado mucho más a la ciudadanía con un importante cambio de actitud, sin embargo a escasas semanas de despedirse del 2023 se le han atragantado los turrones con las declaraciones de Jaime del Burgo. El abogado ofreció su testimonio a Jaime Peñafiel para su último libro en el que ataca directamente a la monarca, su gran enemiga, única y gran protagonista de sus páginas. Pero parece que al ex de Telma Ortiz le quedaron muchas cosas por contar. Siempre según la versión de Jaime, la madre de Leonor y Sofía habría sido infiel a su marido con él.
Unas declaraciones que han sorprendido a todos menos a los Borbón, que ya serían conocedores de este episodio desde que sucedió. Sin duda han dañado la imagen de Letizia, pero también la de Felipe, que queda ridiculizado y humillado. Según Jaime del Burgo, se conocieron a principios de los 2.000 cuando ella era una cara visible de TVE. Se enamoró al verla en televisión. Hizo todo lo posible por conocerla, entablaron una amistad y al poco tiempo empezar una relación sentimental. En 2003 le pidió matrimonio, pero ella había empezado a conocer a Felipe. Dejaron de verse, aunque unos años más tarde recuperaron el contacto. Letizia estaba harta de la monarquía y quería fugarse con él. Se veían en secreto en un apartamento de Madrid, en Barcelona, y en los viajes internacionales. Les descubrieron en 2013, momento en que se acabó la relación y año en el que los reyes atravesaron la mayor crisis de su matrimonio, estuvieron a punto del divorcio.
Letizia busca ayuda en especialistas y en su familia
Por suerte estas declaraciones han llegado en un momento de poca actividad institucional. Desde las palabras de Jaime del Burgo, Letizia solo ha aparecido en un par de ocasiones. Para sorpresa de todos, la semana pasada asistió al cumpleaños de la infanta Elena, una invitación que había declinado. La reina busca apoyo en los Borbón, esa familia de la que un día renegó. Necesita ayuda.
Con esta aparición Letizia ha intentado zanjar los rumores de una mala relación con su marido y esos que aseguran que atraviesa un momento delicado y se ha puesto en manos de especialistas. Apenas sale de casa. Está siempre de malhumor. No se encuentra en su mejor momento anímico.
Cuando no tiene un compromiso institucional se encierra en su habitación o su despacho y no sale en todo el día. Personal de Zarzuela la han visto llorar. Su estilista y su peluquera con quienes tiene una excelente relación, se han convertido en sus mejores amigas y su mayor apoyo.
Pilar Eyre reconoce una reina “devastada” que “sonríe mecánicamente” en los actos públicos. "Me contaban lo delgada que está, el aspecto que tiene. Iba muy arreglada y guapa, pero tiene un aspecto devastado", comenta la periodista Pilar Eyre. Sus familiares quieren ayudarla pero no saben cómo hacerlo, no se deja.