Especialmente el 2024, ha sido un año lleno de tensiones en la familia real. Mientras todavía colean las revelaciones de Jaime del Burgo acerca de infidelidades de la reina Letizia al rey Felipe VI, de las que ahora se cumple un año, y sobre lo cual el abogado prometió una serie documental en 2025, hemos visto como se confirmaba la relación extramatrimonial de Juan Carlos con Bárbara Rey, como el emérito creaba una fundación con sus hijas para poder canalizar su herencia y no tener que pagar impuestos en España, y como aumentaba la crisis entre Felipe y Letizia, que ya no son capaces ni de aparentar normalidad en público. La tensión entre ellos es evidente en cada acto institucional.

A pesar de todo ello, en Zarzuela intentan aparentar cordialidad. Y aunque la tensión se podrá palpar en el ambiente, celebrarán la Nochebuena como si nada hubiera pasado. Y la reina Letizia, como cada año, ya lo tiene todo dispuesto.

Letizia cena 

Letizia se encarga de supervisar todo lo que habrá en la cena de Nochebuena

En esta ocasión, los asistentes confirmados a la cena serán el rey Felipe VI, la princesa Leonor, la infanta Sofía, y Paloma Rocasolano, madre de Letizia, quien estará acompañada de su pareja, Marcus Brandler. A pesar de la atmósfera tensa que rodea a la Casa Real, Letizia ha tomado el control absoluto de los preparativos, como acostumbra cada año, con el objetivo de garantizar una velada a la altura de las expectativas.

El menú de Nochebuena, supervisado directamente por la reina, combina tradición y sofisticación. Aunque Zarzuela cuenta con la colaboración de destacados chefs y nutricionistas, Letizia siempre revisa personalmente cada detalle, desde la selección de los ingredientes hasta la presentación final de los platos.

Letizia

Un menú de lujo para aparcar tensiones

Entre las delicias que se suelen servir cada año, destacan el pavo relleno salteado con verduras, el exquisito pudín de pescado y mariscos, angulas, salmón ahumado, jamón ibérico y foie. Para el postre, no faltarán las frutas tropicales acompañadas de helado de crema de café, una selección de delicias de chocolate, además de los tradicionales turrones y polvorones.

Una de las peculiaridades de Letizia es que exige que todo esté listo antes de las 7 de la tarde. Este gesto tiene un doble propósito: por un lado, asegura que el personal de servicio pueda marcharse temprano para disfrutar de la velada con sus propias familias; por otro, evita que haya testigos en caso de que las inevitables tensiones entre los asistentes se desborden durante la cena. La reina es conocida por su precisión y planificación, y este evento no será la excepción.