En el mundo de la realeza, incluso las parejas más sólidas pueden enfrentar momentos de fricción. Y los reyes Felipe VI y Letizia no son la excepción. A pesar de su aparente complicidad, existen dos lugares muy específicos que se han convertido en focos conflictivos que generan tensiones entre ellos: las corridas de toros y los destinos de esquí, los lugares que Letizia se niega a pisar desde hace varios años, pero que a Felipe VI le apasionan.
Letizia, en contra de las corridas de toros
Comencemos con la postura de Letizia ante los toros. Desde el año 2009, la reina Letizia ha sido firme en su posición antitaurina, por lo que no se le ha visto en ninguna plaza de toros. Durante los primeros años de Letizia como miembro de la Familia Real, la esposa de Felipe VI tuvo que hacer un gran esfuerzo para adaptarse a las costumbres de los Borbones, incluyendo las corridas de toros, ya que a Juan Carlos I le apasiona la tauromaquia y ha transmitido esta afición a sus hijos y nietos. Por ese motivo, la entonces princesa de Asturias hizo un gran esfuerzo al asistir a cuatro corridas de toros, como la de la Beneficencia.
Sin embargo, hubo un momento crucial en el que su actitud hacia la tauromaquia cambió drásticamente, por lo que Letizia se plantó frente a Felipe VI, declarando que nunca más asistirá a una plaza de toros. Inspirada por el "impagable ejemplo de doña Sofía”, como ella misma lo dijo, Letizia dejó claro su rechazo a este tipo de eventos. Aunque nunca se ha posicionado abiertamente en contra de las corridas de toros, siempre se ha sabido que es defensora del derecho de los animales.
Letizia deja solo a Felipe VI durante sus vacaciones de invierno
El siguiente lugar que se ha convertido en un campo minado para la pareja real son las estaciones de esquí. El rey Felipe VI es un apasionado de este deporte de invierno y no es raro ver fotografías de la familia real disfrutando de las pistas en Sierra Nevada y otras estaciones como Baqueira Beret. Sin embargo, doña Letizia no comparte la misma pasión por deslizarse por la nieve, lo que ha llevado a situaciones en las que ha dejado a su marido solo en estas escapadas. En 2014, Felipe realizó un viaje a Formigal en compañía de un amigo, excluyendo a la madre de sus hijas. Un año después, estuvo presente en el 50º aniversario de la estación de Baqueira, nuevamente sin la compañía de su esposa. De hecho, el pasado mes de febrero fue captado en esta misma estación de esquí en compañía de unos amigos, pero sin Letizia y sus dos hijas, Leonor y Sofía.
Finalmente, llegamos a un posible tercer punto de discordia entre Letizia y Felipe: Mallorca. A pesar de que a los Borbones les fascina disfrutar del verano en esta isla balear, lo cierto es que a Letizia no le hace mucha ilusión. Y no, no es porque no disfrute de la belleza del paisaje, sino porque considera que su estancia en Mallorca no son unas verdaderas vacaciones, sino una época de trabajo y compromisos reales.