Con el ascenso al trono de nuevos monarcas, han acontecido significativas transformaciones en el seno de la monarquía española. Letizia ha tomado el timón con determinación, eliminando de raíz cualquier vestigio de la dinastía Borbón. Aunque la reina Sofía aún persiste en su papel dentro de la institución, prefiere que su presencia pase desapercibida. Conocida por su profunda religiosidad y su labor solidaria, la Reina Emérita ha observado cómo la esfera religiosa ha ido desvaneciéndose en la nueva estructura monárquica. A diferencia de décadas pasadas, rara vez se la ve participar en eventos institucionales vinculados con la iglesia, limitando su presencia a ceremonias fúnebres, y en ocasiones ni siquiera a estas. Desde temprana edad, la consorte de Felipe ha profesado el ateísmo, descreyendo en la existencia de un ser supremo y considerando toda manifestación religiosa como una farsa.
Letizia aboga por una monarquía más contemporánea, prescindiendo de la influencia religiosa que caracterizaba a sus predecesores. El fervor religioso entre los niños y adolescentes ha menguado considerablemente en comparación con generaciones anteriores, reflejando una tendencia hacia la secularización en la sociedad española. Esta evolución genera inquietud entre los líderes eclesiásticos, quienes temen por la supervivencia de su institución en un futuro próximo, viendo con desagrado la falta de apoyo por parte de la Corona. La confianza del público en la iglesia ha disminuido drásticamente, y los representantes eclesiásticos critican a la Casa Real por no fomentar la religiosidad entre los ciudadanos. Responsabilizan a Letizia de orquestar este supuesto plan destructivo, argumentando que una reina debería mantener la tradición religiosa como parte integral de la monarquía española. Sin embargo, la soberana se adapta a los cambios de la sociedad contemporánea, priorizando otras cuestiones por encima de la influencia religiosa.
Letizia no se ha atrevido a enfrentarse a la iglesia
La reina echó un pulso a la iglesia. Sin embargo, la religión podría urdir uno de sus planes sobre la mesa y hacer mucho daño a la monarca, más del que ha hecho Jaime del Burgo con la revelación de la supuesta infidelidad de la madre de Leonor y Sofía a Felipe VI.
Según Maica Vasco, Letizia miente al obispado para casarse, y eso la iglesia nunca lo perdonaría. La periodista cuenta que si te excomulgan, pero haces un curso, te suelen levantar el castigo para poderte casar. “Eso es fraude”, dice Paula Channel. La entonces periodista no iba a correr el riesgo de no casarse, iba a ser un escándalo si no se casaban. Además, se destaparía el famoso aborto de Letizia del que tanto habló David Rocasolano. Fue el entonces príncipe el que borró las pruebas de la clínica donde se produjo este aborto, tal y como narra Maica a Laura Rodríguez. “Lo del aborto le daba miedo, si la iglesia católica se hubiese enterado de esto no se casa porque se planta la iglesia. Letizia tenía más miedo a la iglesia que a Juan Carlos y Sofía”, dice la periodista Maica en el vídeo de YouTube de Laura Rodríguez “Bombazo. Divorcio de los reyes 2025”, a partir del minuto 40.