Los reyes dan la sorpresa. Felipe y Letizia cumplieron con su agenda institucional el pasado viernes por la mañana, pero lejos de decidir si acudían a la boda de Teodora o se quedaban en España, Casa Real tenía otros planes para ellos que no figuraban en la lista de actos de la semana, y es que era de carácter privado y de urgencia. Tras las últimas polémicas que han rodeado a Juan Carlos I, la corona pendía de un hilo. La madre de Leonor y Sofía se rebajó hasta el punto de humillarse públicamente con tal de silenciar todas las noticias del emérito y salvar su reinado y el futuro de la princesa.
Se pidió a Juan Carlos que se alejase del foco mediático cuando se le exilió a los Emiratos Árabes si algún día quería volver a España. Más o menos ha cumplido con su cometido, pero siempre que aparecía por su país algún medio de comunicación destapa alguna información jugosa sobre el emérito. Este mes de septiembre ha pasado prácticamente todas las semanas en Madrid y en Sanxenxo y ha sido el momento clave de ponerle en el foco mediático. Se ha destapado que ha creado una fundación para facilitar la herencia a las infantas Elena y Cristina, es decir, que su patrimonio no pase por las manos de la Hacienda Pública. Aunque Casa Real no ha confirmado ni desmentido nada, también se habla de la publicación de un libro de memorias sobre los aciertos y errores del emérito en su reinado. Y esta última semana se han hecho públicas las fotografías de la polémica, las imágenes confirman las relaciones extramatrimoniales con otras mujeres y el fin de su relación con la reina Sofía. En las imágenes que ha publicado una revista holandesa se puede ver como Juan Carlos se besa con Bárbara Rey en el balcón de su casa.
Letizia acepta la humillación pública por salvar a Leonor, pero pone en jaque su matrimonio con Felipe
Letizia ha discutido una vez más con Felipe VI y ha puesto en jaque su matrimonio. Una vez más ha demostrado que está harta de los Borbón, los culpables de todos los problemas de la monarquía. Ve peligrar su reinado, pero también el de Leonor. La reina ha decidido humillarse públicamente por el futuro de sus hijas. Ha aceptado la proposición de Casa Real. Acudieron el viernes por la tarde a Marín para la celebración de la 40 promoción de la Armada del Rey. Allí los monarcas se reunieron con Leonor en una cena privada a la que por sorpresa también asistió Juan Carlos I.
La reina se marchó a la base aérea de Torrejón de Ardoz discutiendo con Felipe VI mientras estaban siendo escoltados. Pero tal y como revelan fuentes cercanas, la reina se marchó antes de aquella cena y esperó al rey en el avión. No iba a soportar más tiempo a Juan Carlos. Demasiado se había humillado ya. Ha cumplido. Esto ha provocado una nueva fractura en el matrimonio.
