Letizia es un icono. Pero de la Corona. Una pena. Cuando se casó con el rey Felipe muchos ciudadanos que le pagan el sueldo habrían querido que Letizia Ortiz fuera un símbolo de la nueva feminidad: trabajadora, próxima, feminista. Nada de nada. Ha hecho el mismo papel que Sofía: sólo simboliza una cosa, ser la esposa del rey.
No tiene agenda propia, ni un solo español sabe decir qué causa benéfica abandera la reina. Podría haber escogido entre muchas buenas causas. Una idónea: las enfermedades mentales. Ella es víctima: su hermana Érika se suicidó. Pero ahora que hace 15 años de la muerte, no le dedica ni un solo recuerdo en público. Como si nada no hubiera pasado.
Este viernes con Felipe positivo de Covid, Letizia ha presidido un acto oficial sobre protones.
El acto es por una buena causa, científica: "La reina Letizia visita este viernes un Centro de Prontoterapia en Pozuelo de Alarcón. Este centro es la primera instalación de terapia de protones en España". Letizia evita, eso sí, hacerse fotos con personas desfavorecidas: unos sin techo, unos ancianos ingresados, unos huérfanos, unos enfermos mentales, unos perros abandonados...
La reina sufre que sólo se comente su ropa, su look y sus operaciones de cirugía estética. Habla por las fotos. Y de la última llama la atención un detalle de las manos: ha abandonado el esmalte de uñas. Alguien le ha dicho que quedaba poco royal pintarse de rosa las manos.
Como una edición reciente de los Premios Princesa de Asturias en la que apareció así:
Letizia con esmalte rosa, medio disimulando como un color carne pero rosa del todo, rosa chiclé de fresa, rosa como la pantera rosa. Alguien le hizo entender que era horroroso y ahora la prensa le dedica alabanzas a no pintarse las uñas de las manos:
"Nunca, o casi nunca, lleva las uñas pintadas. A veces, ni siquiera lleva un base o capa de brillo que las mantenga uniformes y luminosas. Las lleva cortas, muy cortas, detalle que se adapta a las corrientes de manicuras que suenan fuerte hoy". (El Mundo)
Els experts en protocol ho deixen clar: "No es cierto que el protocolo prohíba llevar las uñas de color. ¿Que la Reina Isabel II no lleva las uñas pintadas? Tiene 95 años, no va a llevar las uñas a lo Rosalía..."
El problema es cuando es reina y elección un color nude o rosa horroroso como el de Letizia. Mejor sin nada. Con la cara (operada) ya paga.
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Hay una imagen que a menudo se repite en las recepciones reales o en los besamanos de Letizia y Felipe. La revista Look se ha fijado en un gesto de la reina que a veces pasa desapercibido, y han querido profundizar en su idoneidad.
Se trata de un adelanto a la hora de saludar: cuando su marido está dando la mano a la autoridad de turno, Letizia ya está predispuesta con el brazo levantado, a punto para un apretón de manos.
Las manos de Letizia. El tema.