Los premios Nobel son los premios Princesa de Asturias pero de interés mundial. Dos casas reales, la sueca y la noruega, se ponen de acuerdo para entregar los galardones: en Oslo el de la Paz y en Estocolmo el resto. La Casa Real sueca se puso las mejores galas pero sin parecer una alfombra roja de los Oscars.
Las princesas suecas acaban de aleccionar a Letizia explicándole como parecer elegantes sin aparentar ser una ochni de barrio. Letizia confunde elegancia y vigorexia y cuando se pone un vestido con la espalda al aire sólo se ve a una reina híper musculada muy inapropiada:
Comparen el hombro de Letizia con la de la princesa Madeleine de Suecia. Las herederas suecas no tienen problemas con la báscula e intentan no parecer obsesionadas con la imagen y la cirugía. Donde Letizia tiene un músculo trapecio que da miedo, Madeleine tiene unas chichas bien naturales:
Madeleine, la tercera hija de los reyes de Suecia, tiene 10 años menos que Letizia, 37, y va impecable a los premios, como toda la familia: su cuñada, Sofía, esposa del príncipe Carlos, no es de sangre real y lleva tatuado un sol en la espalda. Será que no tiene demasiado sol en Estocolmo. Mejor Victoria, la heredera y similar a Mette Marit de Noruega, que iba como una oficinista en Oslo:
Letizia una vez más queda en evidencia por las royals europeas. Se desahogará levantando unas pesas.