Letizia era una mujer ambiciosa y consiguió todo lo que se propuso en la vida. Los medios de comunicación le apasionaban, como a su padre, Jesús Ortiz, y llegó a convertirse en presentadora de los informativos de TVE. Podría haberse hecho con la dirección si no fuese porque Felipe se cruzó en su camino. En aquel momento nadie pensaría que se convertiría en reina de España. Coincidió con el entonces príncipe en una cena que organizó Pedro Erquicia. En aquel momento los dos estaban solteros. La periodista divorciada.

La reina era una persona muy responsable y trabajadora, y lo sigue siendo, aunque en aquella época de juventud era muy rebelde. Letizia estuvo vinculada durante años con otro nombre, Alonso Guerrero, su profesor de instituto, del que se enamoró perdidamente y llegó a casarse. Casa Real no quería que la entonces periodista se casase con Felipe. Era plebeya, divorciada, de padres separados y presentadora de informativos, un desastre. Juan Carlos tapó muchos escándalos de la ahora reina, como por ejemplo su supuesto aborto, su adicción al tabaco, su autostop en la Costa Brava, el misterioso tatuaje o sus fiestas al otro lado del charco.

Letizia baja del avión efe

Letizia intentó acercarse de nuevo a Alonso para recuperar la relación 

Letizia y Alonso rompieron su relación porque él era demasiado celoso. “Era co­mo su maes­tro en la vi­da, la ate­rri­za­ba, le de­cía que se con­cen­tra­ra en su pos­gra­do, por­que ella ‘ha­bía elegido no te­ner días de descanso en el pe­rió­di­co. Y ella le res­pon­día: "¡Jo­der, tío!, ¿có­mo voy a de­jar una co­sa que me apa­sio­na?" Que­ría apren­der muy rá­pi­do, co­mer­se el mun­do a mor­di­das. Le­ti­zia era muy mal ha­bla­da y le de­cía Chi­qui a su ex ma­ri­do”, decía una compañera de la reina.

Alonso Guerrero y Letizia

Tras su ruptura, Letizia y Alonso Guerrero continuaron viéndose. Era una relación tóxica, pero no podían vivir el uno sin el otro. La relación se rompió finalmente en 2002, al poco tiempo de conocer a Felipe y empezar una nueva vida. “Se se­guían que­rien­do mu­cho. Era una de esas re­la­cio­nes des­truc­ti­vas, pe­ro con sus bue­nos mo­men­tos. Ella no sa­bía si vol­ver con él o no, pues tam­bién te­nía un ga­lán en puer­ta y no se que­ría com­pro­me­ter con na­die”.

La reina nunca quiso tener hijos, la maternidad era algo que la asustaba porque la ataba, pero sus planes cambiaron cuando se convirtió en princesa de Asturias, necesitaban tener descendencia para mantener la corona.