Ya lo ha dicho Jaime Peñafiel en exclusiva para En Blau: "O Felipe se divorcia o Letizia se carga la monarquía". Según el cronista oficial de la Casa Real, lo mejor que podría hacer el rey de España sería divorciarse de su mujer con el fin de salvaguardar la imagen estropeada de la institución. No ve capaz de enderezar la situación ni que Letizia cambie un comportamiento que él tilda de soberbio, agresivo y de mala persona: "Felipe es una buena persona, pero no tiene carácter, y menos con ella. Es bondadoso, pero vive aterrado con su mujer. En la Casa Real no hay nadie que pueda reconducirla. Lo que no puede ser es que ella marque la línea a seguir de la monarquía".
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Peñafiel también considera que después de 12 años de matrimonio, la cosa va de mal en peor. En el 2013 ya tuvieron una crisis de pareja importante con todo el affaire Urdangarín que salpicó a la familia real. Y ahora, según Peñafiel, "ella está crecida y Felipe está empequeñecido, no sabe qué hacer. Se asusta de las reacciones que pueda tener su mujer. Incluso dudo de que Felipe siga enamorado de ella. Le ha hecho sufrir tanto...". El ruego del periodista, o la recomendación hacia Felipe que lo mejor que podría hacer es divorciarse de Letizia, abre un interrogante que podría suponer un descalabro en la familia real. ¿Hay números para que eso pase? O aún más, ¿qué pasaría si finalmente se divorcian y se dicen Tú a Oviedo y yo a la Zarzuela?
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No hay paraguas que pueda cobijar la qué le está cayendo a Letizia desde su desplante a su suegra Sofía. Y mientras tanto, Felipe que no sabe hacia dónde mirar, ni qué decirle a su mujer y su madre. Las relaciones entre suegra y nuera no acostumbran a ser las más fluidas del mundo. Y menos, si corre sangre azul por las venas. Incluso un rey Joan Carles airado tuvo que decirle a Letizia: "Si no quieres que Leonor y Sofía se hagan fotos con la abuela, no haber tenido hijas con Felipe". Duras palabras. Y más, cuando desde hace tiempo que Juan Carlos ya le decía a su hijo que si se casaba con Letizia, la monarquía se iría al garete. Incluso, parece ser que antes de abdicar, le pidió a Felipe que se divorciara de Letizia.
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Pero se casaron. El 22 de mayo del 2004 en la Almudena el príncipe y la periodista se daban el 'sí, quiero'. Un enlace que vino precedido de unas famosas capitulaciones. Un contrato de 50 páginas que especifica que en caso de divorcio, Letizia tendrá su vida resuelta con una generosa asignación económica y dos residencias, una de verano y una de invierno. Con servicio incorporado, por descontado.
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No todo sería, sin embargo, de color de rosa para la reina, si deja de serlo. Teniendo en cuenta que Letizia ejerce un control total en Leonor y Sofía, hasta el punto de no dejar que la abuela acaricie a sus nietas, esta cláusula no le gustará. Lo explicó su primo y abogado, David Rocasolano en su libro Adiós, princesa. ¿Qué pasaría con las hijas de Felipe y Letizia en caso de divorcio? Zarzuela es clara en este aspecto: la custodia de los hijos se le otorgaría al padre y la Corona seguiría siendo la encargada en exclusiva de la formación de las niñas.
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Antes de firmar las capitulaciones, Letizia le pidió consejo al primo: “Esto no son unas capitulaciones matrimoniales, Letizia. Este documento no es ni siquiera legal”, le dijo él. "Yo que tú no lo firmaba", fue el consejo. ¿Respuesta de la entonces futura reina? "¡David, escúchame! ¡Ellos té imponen que esto es así! ¡No hay otra manera de hacerlo"!. Entonces, un enamorado príncipe Felipe intervino, para constatar que el matrimonio real era como las lentejas, o lo tomas o lo dejas: "Las capitulaciones son innegociables. Hay que firmarlas tal y como están redactadas. No se puede cambiar ni una coma”, dijo el heredero al trono.
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También hay que tener en cuenta un artículo de la Constitución, el 56: "La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes". Es decir, en la cuestión que nos ocupa, los reyes de España se podrían divorciar siempre y cuando sea de mútuo acuerdo o partir de una demanda interpuesta por el marido, es decir, por el rey Felipe. Pero, si por algún casual, fuera ella quien dijera "¡estoy de esta familia hasta los Borbones"!, si ella quisiera ir a los tribunales a interponer una demanda de divorcio contra el monarca, lo tendría complicado para ser admitida a trámite.
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Veremos como acaba todo y si finalmente esta imagen pasa a ser historia. Letizia tiene carácter, y no parece que nada, ni nadie, monarquía incluida, harán que cambie.